Cuando
los pasos tiemblan y ves la mano amorosa. Descubres las flores, el tiovivo, la arena
crujir bajo tus pies, la mar terrible que te devora y el sol te quema la
carita. Cuando las manos amigas del hermano te acompañan… o te meten un grillo
dentro del vestido, que de todo hay en la viña del Señor. Cuando tu olor
comienza a ser la goma de borrar (que sabe a fresa), el grafito del lápiz, a
niños calientes y a cuervo blanco —aquellas primeras monjas—. El plumier y sus
pinturas, tu primer tesoro; y las amigas, el mejor de todos. Cuando una malvada
te dice ¿sabes quiénes son los Reyes Magos?, –¡maldita sea por siempre!–. Los
juegos ruidosos en la calle, las puertas abiertas…
Y pasa el tiempo…
Más cuervos —esta vez, azules—, que traban tu camino,
pero cultivan tu cultura e intelecto. El rubí rojo en tu braga blanca, que no
por avisado aterra menos, el orgullo simple de la niña. Los implacables
exámenes, la tentación de lo prohibido, las primeras lecturas de libros
escondidos, clandestinos.
Cuando llega el amor y el cuerpo tiembla, el corazón late
por su cuenta y los sentidos se nublan de placer. Ni atiendes ni entiendes. Un
roce, un beso, cambia la vida; se abren las piernas y se cierran los ojos. La
vida encuentra y pierde el sentido al mismo tiempo. Miradas de agua, que filtran
los mimbres de la vida…
Y el tiempo pasa…
Cuando el aroma del azahar te cala los huesos y la
sonrisa se te rompe en la cara. Y son las páginas, siempre las páginas, las
mejores amigas. Y esas vidas se incrustan en la tuya y te ayudan a caminar tu
senda.
Y cuando te rasgas al medio, te arden las entrañas,
escuchas el primer llanto de la criatura y se te llena de plumas el alma.
Y llega la Dama Negra, que te atraviesa el corazón –con
una vez no le basta a la parca–, te desguaza viva. Y el polvo vuelve a las
estrellas.
Dejas tu huella en la arena caliente, reseca, cómplice.
Cuando no distingues bien la sonrisa de la arruga, porque son una. Porque el
tiempo pasa y se lleva a los amigos, se lleva a los amores. Porque te lleva a
ti.
Maldita cana, bendita sea.
Y
el tiempo sigue pasando…
Crepitan mis huesos, y las cenizas livianas buscan
refugio en mi ángel guardián.
Y ya pasó el tiempo…
REMEDIOS LLANO©
COMILLAS
ABRIL 2021
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