viernes, 1 de julio de 2011

AMOR PURO


Se conocieron esperando el autobús. Él la miró de arriba abajo, de una manera picarona, y comenzó a dirigirle piropos que ella escuchaba muy gustosa; desde entonces se quedaron prendados y el amor creció día a día.

El la decía varias veces al día: Te quiero más que a la niña de mis ojos y más que a mi vida; se llamaban por teléfono y no podían vivir el uno sin el otro.

Él decía te quiero y ella respondía, yo también te quiero mucho.

Eres mi vida, decía él, quisiera estar junto a ti y no separarme jamás, y vivir en una casita en lo alto de las nubes para que nadie pueda mirarte, solamente yo.

Hacían ya planes de boda y él le decía, tú eres mi reina y te coronarán en le altar, la más guapa del mundo y yo, tu príncipe. Terminaban dándose un beso con mucha pasión y un abrazo interminable.

Así esperaban que llegara ese día, viviendo un auténtico delirio de amor. Quedó decidida la fecha de la boda, ese día tan esperado, el más grande de sus vidas.

Blanca Santos ©
18-VI-2011