Primera vez,
me digo, y luego pienso:
de tantas cosas.
Así, la vida
comienza en un instante,
sin darnos cuenta.
Luego, la infancia,
los juegos y el colegio,
la vieja casa.
Muchos recuerdos,
de veces y momentos
para escoger.
Primera vez,
dijeron las estrellas
cuando me vieron.
Y me llamaron
poeta, sonriendo
mientras temblaba.
Primera vez,
tus labios susurraron
al yo besarlos.
Pero, sin duda,
la "vez" que más recuerdo
no tiene nombre.
Está en el hoy,
latente en el presente
y en sus segundos.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/21
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