martes, 1 de junio de 2010

CONSIGNA


La casona de piedra, estaba situada en una loma, junto al mar, rodeada de frondosos árboles, el techo de pizarra, ventanas adornadas con bonitas flores primaverales y trepando por sus paredes, verde y fresca hiedra.

Daniel, se encontraba sentado en uno de los porches; un frío viento llegaba desde la costa... su teléfono sonó, sonrió, era Raquel, reconoció el número:

- Hola Raquel.

-¿Cómo estas Daniel?.

-Esperando tu llamada, después de esa mirada cómplice que me dirigiste el otro día en la cena.

-Lógico, no quería que nadie notara mi sorpresa y enfado, intenté disimular todo lo posible...

-Entonces... ¿te recojo mañana?

-¡Si!, tenemos que hablar Daniel.

-Lo sé, podremos discutirlo

Raquel respondió que de eso se trataba, de aclararlo todo entre ellos. Daniel, intranquilo, decidió coger el todo terreno y dirigirse a la playa de fina y blanca arena para recorrerla y poder pensar. El cielo era de un azul intenso esa mañana, salpicado de nubes en forma de borreguitos, miro al mar... al cielo... no supo cual de los dos se reflejaba en ese espejo invisible que los separaba.

Por la tarde del día siguiente acudió al encuentro de Raquel. Cuando la vio llegar con el fin de semana en una mano vestida informal, pero perfecta, radiante y bella, los ojos de Daniel brillaron, se aproximo a ella y le dio un beso en la mejilla, ¡qué bien olía!, llevaba el último perfume que él le regaló en su cercano cumpleaños. El murmullo general que reinaba en el aeropuerto se diluyó y quedó en evidencia la suave voz de Raquel diciendo:

-Hola, Daniel.

Entonces él, se acercó mas, con su mano cogió suavemente la nuca de Raquel para besar sus labios. En ese momento, para ella, fue como si las miradas de todas las personas se dispersaran y quedaran ellos dos solos en medio de ese aeropuerto.

Daniel paró el coche frente al mar antes de llegar a su casa, la noche invitaba a ello, como techo tenían las estrellas y una gran y luminosa luna. En el aire había una mezcla de mar y jazmines. Cojidos de la mano y rompiendo el hielo, comenzó Raquel:

-¿Por qué me ocultaste tu verdadero origen Daniel, yo he entregado todo en esta relación, me siento engañada, no has sido sincero conmigo.

-Lo siento Raquel, ya me ha ocurrido antes. Por mi posición se han acercado mujeres... y me han hecho daño, perdóname, sé que tú eres diferente, pero entiéndelo que dudara. En estos largos días sin ti lo he analizado, no me he portado bien contigo, sé como te has podido sentir.

-Daniel, ahora soy yo la que duda al conocer quien eres ¿seré una aventura mas?, me asusta, no me ha gustado enterarme en una cena y por terceras personas, tengo muchos interrogantes, me...

...Entonces él, subió el volumen de la radio, en ese momento sonaba su canción ya que todas las parejas tienen una, y la que esa era la de Raquel y Daniel, la del DIA en que se conocieron en aquellas vacaciones... y en ese momento volvía a sonar... para ellos en esa noche.

Ana Pérez Urquiza ©
Mayo 2010

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