martes, 1 de junio de 2010

SIN TEMA

¡Hala, ahí te las den todas! Escribir un relato, poema ó lo que nos venga en gana que contenga las frases entrecomilladas. ¡Como si la cosa fuera tan fácil como decirlo! Escribir si, pero… ¿sobre qué? Ahí está precisamente el quid de la cosa, que por más que lo intento, no encuentro tema apropiado sobre el que teclear un rato.

Oye, que cuando quieres escribir y no encuentras tema… ¡te da una rabia…! Y te quedas delante del “ordenata” como un pasmarote, con la mirada fija en la pantalla y las neuronas revolviéndose en el cerebro lo mismo que se revuelve la ruedita esa del “Google” cuando busca y no acaba de encontrar.

Bueno, pues así llevo ya un rato largo, y me estoy dando cuenta que empiezo a notar calor en la frente y frío en los pies. ¿Será ese “frío viento que llegaba desde la costa” según decía una de las frases entrecomilladas, o será porque realmente la frialdad que acarrea la inactividad intelectual empieza a insinuarse en esta especie de remos que las personas movemos para desplazarnos de un lugar a otro?

Mientras escribo, (y estoy escribiendo para que me leáis vosotros, mis queridos compañeros del Taller,) me parece que estoy viendo vuestras caras como cuando sentados todos juntos leemos nuestros trabajos, y veo que ni por caridad “me dirigís una mirada cómplice” que indique que estáis de acuerdo con lo que digo. Se ve que el tema os deja indiferentes. O peor aún, que no os gusta porque en realidad no hay tema, que os estoy aburriendo como ostras, que no se yo que coño de ostra fue la que informó a los humanos de lo aburrida que ella llevan la vida.

Y no, no me extraña que os aburra con lo insulso que resulta este relato. ¿Qué no es insulso, decís? “Entonces podemos discutirlo”, porque yo estoy seguro que lo es. ¿No os dais cuenta que parezco un político con tanto hablar, hablar y hablar y al final no decir nada?

Me gusta más nuestro trabajo cuando Foncho nos pone un tema obligado, porque así sé hacia donde debo orientar mi esfuerzo. ¿A vosotros, no? Porque yo creo que hoy estoy escribiendo algo que se aproxima bastante al esperpento. Si, callad y esperad a que “el murmullo general se diluya, y veréis como queda en evidencia mi voz, que nada tiene de suave”. ¿No os dais cuenta que llevo un rato escribiendo y no os he dicho nada en concreto? Si, lo veo en la mirada de todo el grupo: veo como “vuestros ojos brillan” interrogantes como preguntándoos si este tipo les estará tomando el pelo, y me estoy temiendo que de un momento a otro desaparezca la atención que me estáis prestando, “las miradas se dispersen, y quedemos nosotros dos solos”, mi relato y yo. Porque para escuchar tonterías de este tipo no es a lo que vosotros venís aquí. Pero bueno, al fin coloqué todas las frases entrecomilladas que es de lo que se trataba, aunque repito, me hubiera gustado más hacerlo sobre un tema concreto.


Jesús González González. ©
Mayo 2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin tema ni estructura,lograstes culminar tu trabajo..enhorabuena.siempre es un agrado leerte.

Anónimo dijo...

Ánimo Jesús!!! No te desesperes que la inspiración llega.. y aunque no hayas contado nada en concreto, yo te he leído y no me has aburrido, porque tus palabras son sinceras, y eres tu mismo.
Un beso, Ana