lunes, 15 de noviembre de 2010

ENCUENTROS

Acaba de pasar en estos momentos el mayor “Encuentro” de 33 hombres sepultados, como todos sabemos, por presa, radio y TV, en una mina chilena a 700 m. de profundidad con nuestro mundo. “La Tierra ha parido” dicen; y creo que la frase quedará para la historia.

Han sido 70 días de incertidumbre y esperanza. Gracias a su presidente, que escogió lo mejor de la tecnología, ha acabado en casi un milagro. Ahora viene para estos hombres enfrentarse como he escuchado, de las negruras de las profundidades, a la luz de los focos, de este un tanto “circo mediático” en que se está convirtiendo todo y quizás mas de uno no lo pueda digerir. La verdad es que ahora se merecen lo mejor después de tanta angustia, pero no olvidemos que cada pocos minutos muere un niño de hambre también en este mundo.

Otro “Encuentro” ha sido ayer mismo, día 14 en que comenzamos de nuevo otro curso del Taller de Escritura.

¡Todo alborozo y alegría! Entusiasmados con la nueva etapa que tenemos por delante y ya un montón de papelorios que Foncho nos dio de nuevo para ver si consigue ir puliendo estos “diamantes en bruto” que somos y se vislumbra algún destello por alguna de sus aristas. ¡Ah!, y tenemos nueva compañera, se llama Dolores y viene de donde me crié, de Torrelavega, ¡bienvenida!

El mejor momento fue al final, cuando inesperadamente María en nombre de todos le obsequió a Foncho un regalo muy entrañable. Un libro con alguno de sus versos y que nuestra amiga Nieves había encuadernado deliciosamente, ¡creo que lo emocionamos!

Hace buena tarde, cojo la revista de El Semanal y me salgo al jardín a leerlo; mi nieta de dos años revolotea jugando en torno a mí. De pronto veo un reportaje que ya sabéis me interesa sobre pintura impresionista. “Renoir y las mujeres”. Es uno de mis predilectos, así que le voy a sacar jugo. (Muestra monográfica de 31 piezas en El Prado)

A este genial artista cuando le preguntaban por su técnica, el contestaba “pinto como un niño” sin reglas ni métodos. Pero sí que tenía un secreto; el amor por la vida y su formación artesanal, trabajando en un taller de París donde imitaban piezas de Sevres, y mientras sus compañeros se iban a comer él se recreaba en el Louvre.

A los 17 años ingresa en la Escuela de Bellas Artes y se hace amigo de Monet, Bazille, Pisarro y Sisley. Contagiado por ellos comienza a pintar al aire libre. Muchos años después cuando descubre a Rafael en Italia volverá sobre sus primeros pasos. A los 40 años decide pintar desnudos femeninos y será un tema con mayúsculas a lo largo de su vida en que acaba pintando con el pincel atado a la mano por su artritis, que lo tiene confinado en una silla de ruedas. 4.000 obras nos ha dejado como legado para la humanidad.

En el reportaje hay dos fotografías grandes de dos cuadros para mí desconocidos. En ese momento mi nieta se acerca y me dice: (abuelita mira, se la ve el culo). Yo le explico que es la foto de un cuadro; una señora junto al rio que se va a bañar y se recoge el pelo para no mojarse la melena. ¡Ah! dice, y sigue jugando. El otro, el que me parece tan intimista (una mujer cosiendo en el jardín) me ha recordado esos momentos en los que junto a la ventana de mi habitación bordaba para el “ajuar de novia” como solíamos hacer casi todas. He recortado la página y me han entrado muchas ganas de pintarlo. Me he vuelto a “Encontrar” con mis pinceles y lienzos de nuevo que tenía muy olvidados. No se si seré capaz de pintarlo decentemente, pero me he propuesto hacerlo.

Mª Eulalia Delgado González
Octubre 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por nombrarme.
Seguro que eres capaz de pintar el cuadro
y sorprendernos.
No te olvides que tienes sin leer un relato. Besitos Dolo