sábado, 16 de junio de 2012

ANTES DE TOMAR LAS VACACIONES…



¿Cómo se dicen unas palabras para animar a los demás, a los compañeros, a los amigos, a ese grupo al que has llegado a querer y del que formas parta intrínseca de sus vidas sin quererlo?

¿Cómo les puedes decir que adelante, que no tengan miedo al tiempo de inactividad, al descanso, que sigan escribiendo y llevando al cuaderno todo aquello por lo que han suspirado, por lo que han soñado, por lo que tantas veces habían querido transmitir a los demás y quizás en sus dudas y sus miedos no se atrevieron?...

Buscar unas palabras de ánimo sería sencillo, improvisar un gran discurso algo cursi, relatar un poema algo pretencioso y fuera de lugar, por lo tanto no me queda más recurso que mi pluma, que mi voz y a través de estos dos recursos intentaré decirles que el camino emprendido hace ya algún tiempo es hoy una realidad y que su tiempo no se ha perdido.

Es cierto que entre todos hemos formado este grupo, este equipo de personas, estos nombres que ya forman parte de nuestras vidas y así citar a Isabel, Jesús, Ana, Lines, Flor, Laly, Jezabel, Kenia, Blanca, Sussy, Ángela, María, Laura y Dolo… (No sé si se me ha quedado alguien en el tintero), es un placer inmenso, porque en este intercambio mensual de nuestros escritos está la verdadera esencia de este Taller, el verdadero motivo, la principal terapia que le mantiene y sostiene, ya que son esas letras surgidas y nacidas de vuestros corazones e impulsadas por vuestros dedos las que dan vida y sentido a lo que venimos haciendo.

Siempre he dicho que nadie nace sabiendo todo y que a través de la vida se aprende. Nosotros hemos intentado esta aventura, la de escribir. Algunos a una edad un tanto avanzada, otros con esa edad ideal para dar los primeros pasos. Es fácil que el camino esté repleto de miedos y de dudas, como antes citaba, porque ¿quién no tiene miedo a meter el dedo ó como diría Jesús, “meter la pata”, y hacer trizas al diccionario de una vez por todas?...

Pero en esas estamos y así hemos llegado a este punto. Escribimos, pensamos y soltamos aquello que creemos puede servir para pasar un rato, para desahogar nuestra alma, para llevar el humor y el relato, para narrar el drama y el suspense, para dejar el sentimiento prendido de la luna, para pasear por esas praderas inmensas de nuestra tierra y contar las margaritas de una nueva primavera y también para llegar al otoño y pisar la alfombra dorada de tantos sitios encantadores que todos habéis descrito con vuestra paciencia.

Ahora es el momento de decir hasta pronto, hasta el próximo curso, hasta ese Octubre donde volveremos de nuevo renovados, con el sabor agridulce del salitre y el yodo en nuestros labios, con el moreno del sol en los cuerpos, con un suspiro en los labios y quizás con un susurro en el alma para llevar nuevamente al cuaderno.

Pocas cosas más tengo que deciros, si acaso que no dejéis de escribir, que lo hagáis cuando podáis, pero que no renunciéis a esta afición maravillosa, a este encanto que la vida nos ha dado y en el que podéis ir depositando una parte vuestra cada cierto tiempo. Porque la vida de los hombres no se mide por el tiempo que viven sino por todo aquello que albergan en sus almas y nada mejor que la escritura para saber el valor exacto de toda sensibilidad, amor y cariño de lo que llevamos dentro.

Que disfrutéis de unas buenas y merecidas vacaciones y que a la vuelta pongáis el listón más alto todavía, más aún, y que todos sigamos unidos en esta amistad que hemos forjado a través de las letras en un pequeño Taller de Escritura, del que todos somos un poco responsables de lo bueno y lo malo que en él ocurra.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/06/12

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, qué bonito...
Y nosotros a ti...
Volvemos en nada...
Sí, la edad esta de más...
El reloj está... siempre.
Un paraiso que en lugar de arena, tiene letras, en lugar de palmeras, risas, en lugar de calor, cariño, en lugar de viento hay palabras que se mueven en todas las direcciones, y los veraneantes somos todos nosotros que cuando nos dan las vacaciones de verano, se nos queda cara de tener ganas de que se acaben, y en invierno hace calor y al llegar el buen tiempo se llena aquello de frescas florecillas que nos traen golosinas de colorines que nos alimentan como si de una fantasía más se tratara; como estamos en lo más alto tenemos la suerte de pasearnos por las nubes y por fin, el sol que nos "ilumina" tiene gafas y paciencia...
Abrazo a todos. Lines

Anónimo dijo...

Eres como un padre, y nos aconsejas con el amor de una madre. En el sentido más "literal" de la palabra, lo eres todo para nosotros. Gracias, amigo.

Anónimo dijo...

Gracias que bonito , haber si en el nuevo curso te damos menos trabajo y " ponemos menos comas ".Gracias por tu labor . Un abrazo a todos .Ana