sábado, 18 de mayo de 2013

BAÚL VACÍO.




¿Baúl vacío o mi vacío baúl?

Hace algún tiempo me olvidé, por completo, de revisar el contenido del mismo.

No me atrevía a abrirlo, porque me daba la impresión de que no había nada en su interior. Pero nada de nada. Presentía que estaba vacío de todo, o… lleno de nada.

Lo encontraba vacío de alegría, salsa necesaria para la vida. Lo encontraba vacío de ánimo,  espíritu vital para no mirar hacia atrás.

Lo encontraba vacío de compañía, vacío de soledad, vacío hasta de tristeza. En una palabra, vacío del todo. Por no tener, creo que no tenía ni aire.

Mas, llegó un momento en el que recibo un aviso anímico, como uno de esos pitidos de móvil, un mensaje que no traía número, ni sonaba… pero yo lo oía. Bueno, no sé si lo oía o lo presentía. Más bien, esto último.

Miré mi baúl con cierto respeto. No me atrevía. Pero….tengo que hacer algo. Me miro y… apenas percibo que soy yo. ¡Qué cambio!

Lo abro y… me aparto miedoso. No sabía lo que iba a encontrar.

¡Oh!... en el fondo del mismo van apareciendo, milagrosamente, palabras espléndidas: ¡ánimo, adelante, aprecio, amor, amistad, compañía…!

Me pongo eufórico. Comienzo a flotar en un aire renovado, lleno de vida. Mis ojos brillan secretamente.

¡Oh! Otra sorpresa: aparecen los nombres y las figuras de mis "compañeros" del Taller de Escritura. Todos juntos y uno por uno. Me emociono.

¡Ah! Y me musitan: ¡adelante, ánimo, te echamos de menos…te esperamos!

Remiro mi baúl y veo que se está llenando de los colores más brillantes del universo. Mi ánimo y mi mente están bebiendo de vuestra añorada compañía.

Gracias por vuestro aprecio y hasta pronto.

Creo que tendré que pedir ayuda para subir con mi "lleno" baúl.

                      Maximino Fernández Sierra ©

No hay comentarios: