Porque amarte fue lo más
hermoso
que ha pasado por mi vida,
y tú lo sabes,
y ese amarte es realidad
y está presente en mis
sentidos,
porque amo tu figura tan
sencilla,
tu mirada de cristal,
tras esos ojos tan azules,
la sonrisa de tus labios
infantiles,
el suspiro que se escapa
de tu boca,
el galope impetuoso de tu
pecho
cuando siente mi presencia
tan cercana,
y a tus manos impacientes
de las mías,
que suplican que las tome,
que les hable con caricias
y las diga que te quiero
con mis besos.
Y si amarte es algo
hermoso,
nada digo de mirarte y
escucharte
en el silencio,
en los ratos compartidos
los dos solos,
en la música sin nombre
que desgranan
los oídos,
en los cientos de susurros
que se escapan de los
labios
y que llevan un mensaje a
las estrellas,
en los besos que recorren
tu figura singular
y que dibujan arabescos
por tu cuerpo,
en la luz parpadeante de
tus ojos,
en el verso que se escapa
de tus manos
y que dejas en mi pecho
tembloroso...
Porque amarte es algo más
que todo esto;
es estar y compartir un
sentimiento
más allá de las palabras
tan bonitas,
es mirar con esos ojos que
tú miras,
es beber el mismo agua de
la fuente
cristalina que tú bebes,
es buscar esa caricia de
tus manos
y tus labios
y es sentir como tú llegas
y recibes
todo eso que yo guardo en
mi costado
y en mi alma.
Y si amar es algo más que
un vendaval
y un remolino de pasiones
desatadas,
yo lo asumo y hago mío
y eso quiero,
pues le pido al fiel
nordeste que me ayude
en esta empresa
y me preste los favores de
la brisa
para ser ese suspiro que
desnude
los vestidos de tu cuerpo
y te haga estremecer, en
un segundo,
como un lirio entre mis
brazos,
mientras oyes las palabras
que te dicen al oído que
te quiero
y que te amo
y que surgen de la bruma
de mi alma...
Rafael Sánchez Ortega ©
07/12/14
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