lunes, 23 de octubre de 2017

Verano




VERANO VERANITO!

De todos es sabido que no hubo verano. ¿O es que no lo escucharon a nativos y visitantes? ¡Este año el verano pasa de largo! ¡Luego el necio del presidente Trump dice que no hay cambio climático! ¡Esto es la ruina! Pero ha habido más gente que nunca; los poquitos días de sol fueron más luminosos; la mar, más caliente.
Siempre decimos: ¡qué rápido pasa! ¡Pero cuántas cosas caben en él!
Yo vivo en Comillas, por lo que he disfrutado de buenas exposiciones y espléndidos conciertos. Incluso, alguna vez, la saturación me ha complicado la elección. Con el gran jefe a la cabeza: ARA MALIKIAN. Mucha gente se acercó y fue bien "oldeada", disfrutó.
Un hermoso recuerdo de este verano ha sido recuperar a una querida amiga de la infancia y adolescencia, vista a menudo, pero que este año las circunstancias, siempre amables, nos acercó. ¡Gracias a la vida!, esa caprichosa que enredó en los corazones bondadosos de dos amigas, que asustó e intrigó pero que ganó, y laten con más fuerza que nunca.
Gozosas visitas a las playas de Gerra y Merón, a las diminutas calitas de su frontera; días enteros bajo el sol y junto a la amistad, compartiendo deliciosos bocadillos y baños eternos. Donde un día casi somos atropelladas por el único vehículo que circula por la playa, ¡que ya es difícil que eso ocurra a la orilla del mar! Los pies en el agua tibia de un pocito casi nos cuesta un disgusto, ¡pero la risa aún resuena en los oídos y en las costillas, jajajajajajaja!
Otro lujo de este verano fue recorrer el sur de Francia, vivir en territorio cátaro durante una semana. El mundo medieval. Eso sin descuidar las formalidades y recibir un apretón de manos del presidente de la République de la France, de visita oficial en Toulouse (y soplo de aire fresco cuando fue elegido. A partir de ahora, el pueblo y el tiempo serán sus jueces. La "estasiología" lo contará en su día). 
Después de visitar la magnífica basílica románica de San Sernin (nuestro San Saturnino), mártir al morir arrastrado por un toro tras condenar a los herejes, pateamos las calles de la vieja Tolosa (actual Toulouse), encantadora al anochecer por los bellos alrededores del Puente Viejo. 
El camino a Carcassonne nos distrajo visitando el curioso pueblo de Revel, con sus originales artesonados multicolor en los soportales. La llegada al anochecer a Carcassonne, ya cansadas, no la olvidaré nunca. Atravesamos el viejo puente de la parte baja y, al levantar la vista, nos reciben las hermosísimas murallas. A mí, amante del medievo, se me erizó la piel. En la magnífica entrada al recinto amurallado, nos recibieron multitud de "confalones" de la época. Dentro estaba la ciudad de mis sueños, con sus castillos, callejuelas, fuentes, casas... También los turistas invadimos su paz, traemos recuerdos, bellos collares "trefilados" con gusto y hermosos materiales. Nos contaron que sus habitantes, beligerantes a lo largo de toda su historia, se "repucharon" contra Francia, entablando duras batallas en las que supieron aplicar el ingenio. Un par de días me supieron a poco, pero la ciudad de Albi y su magnífico entorno nos esperaban... No sin antes, camino de  Mazamet, salirnos de la autopista y perdernos (de perderse) por la Montaña Negra, cuajada de oro y arsénico, quedarnos con la reserva de gasolina... y pasar un mal ratillo, hasta que un bello francés residente en la montaña nos indicó el buen camino, ¡bendito sea!
Tras un descanso y callejeo en el sorprendente pueblo de Castres, arribamos al conocido, antiguo y muy culto pueblo de Albi, cuna de Toulouse-Lautrec, de cuyo hermoso museo disfrutamos mucho, ubicado en el palacio episcopal de la Berbie. Su fabulosa catedral de Santa Cecilia, por fuera fortaleza y exquisito palacio por dentro...
Escapadas de un día al impresionante Cordes du Ciel (donde seguramente la influencia aragonesa les enseñó a "zaboyar" tan bien), a mi escapada favorita de Najac –en ambos compartimos historia con sus antiguos habitantes–. Otra escapada a Villefranche-de-Rouergue, siguiendo la ruta de los señores de Rouergue... Tantos castillos...
Una de las mejores cosas de Francia, su delicioso pan, seguramente muy bien "cernido"... 
Aunque se haya compartido espacio durante tantos días, de momento, no conocemos la "misofonía". Dad tieeempo...

El verano toca a su fin y aquí estamos de nuevo. Releo y noto que este relato no es una historia, sino pequeños recuerdos de un verano. Nuestro jefe, Pedro, nos ha puesto algunos deberes y, como somos tan aplicados, ¡hemos cumplido la misión! Fácil no ha sido...
Deseando saber de vuestra vida... ¡hasta la próxima historia!

REMEDIOS LLANO PINNA©
OCTUBRE 2017
COMILLAS


1 comentario:

Anónimo dijo...

Abrazo de... corazón.