Papel
en blanco. Blanco de perla seca.
Entiendo
que debo derramarme en ti; quiero, siempre quise.
Blancura
que me asusta mucho y me estimula aún más. Indefenso. Capaz de cargar con
magníficas novelas y vulgares libros. Siempre dispuesto. Puedo hundirme en ti o
puedo rasgarte. Buen amigo y grandioso enemigo.
Las
primeras letras con trazo tembloroso, aquellas rayas negras paralelas y yo
metida dentro. ¡Cuidado, que te sales! ¡Atenta, un poco más grande! El olor a
goma y grafito y la lengua asomada entre los labios. Mis maravillosas primeras
letras, mis semillas. El baby corto y
las rodillas juntas. El pupitre verde.
Las
primeras cartas de amor, letra azul de pluma azul. Esperando en el internado al
triste cartero bordeando la acera, cargando con sus años y con nuestras
ilusiones. El remite, que solo yo descifraba desde lejos. ¡Papel! Aquel amor
epistolar que hoy haría enrojecer a muchos valientes. ¿Cibersexo? ¡Bah!
Cuitas,
desahogos, confidencias… El papel amigo aguanta y soporta todo. Sufre heridas y
disfruta besos. Papel de seda.
Hoy
no podrás llegar a mi querido grupo de amigos; yo tampoco. Nos dice el director
que debemos cantarte. Que no podemos tocarnos.
Esto
pasará. También pasará.
Dios
nos bendiga.
Remedios
Llano Pinna©
MARZO 2020
COMILLAS
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