martes, 10 de marzo de 2009

LA INFANCIA


La mía fue feliz. Soy hija única y nieta y sobrina única. Años mas tarde, no. Por lo tanto todo era para mi.

Mis padres eran jóvenes y me solían dejar con mis abuelos y tías maternas. (Mis dos tías, aún solteras y jóvenes), con lo cual, yo era para ellas, como un juguete.

Ellas eran diferentes e insustituibles. Una se encargaba de mi baño, me daba de comer, me vestía, me peinaba y así sucesivamente. La otra, la que me adentraba en la fantasía y los juegos infantiles, me montaba en los tiovivos, que siempre eran de color rosa y carrozas de princesas, saltar a la comba, me leía cuentos de "Los tres cerditos", "La ratita presumida", "Caperucita" y otros que ahora no recuerdo bien.

Consiguió que, por la noche, me imaginara, que los juguetes y muñecas, cobraban vida. Decía que tenía que acostarme pronto, pues todos ellos empezaban a vivir mientras yo dormía.

Sin embargo, lo que más recuerdo es que me hacía mirar una simple bombilla, de las normales de antes, con su filamento y en esa mágica bombilla, decía que dentro de ella, había un príncipe encantado. ¡Y yo lo veía!. La verdad es que era fantástico y nunca lo olvidaré.

¿Y qué contar de mis abuelos?, bueno, el recuerdo de ambos es que eran increibles. Mi abuelo, cuando salíamos a pasear, tenía que hacerlo a veces con triciclo y cochecito a la vez. ¡El pobre!, al regreso ya me había cansado de todo y le hacía cargar con ello, ya que me entretenía con un simple ramito de flores, que yo recogía por los jardines.

De mis padres añoro sus Reyes. Esa noche mágica del año, en que todo lo preparaban de una manera genial. Primero La Cabalgata y después, "el ritual", copita de anis y cigarrillo rubio para Baltasar, que era mi Rey).

Iba al cine con ellos y recuerdo la triste película de "Bambi". Lloré y lloré a puro pulmón por la muerte de su madre, ¡qué recuerdo tan cruel me dejó esa escena! También reí con la película "Un sabio en las nubes" y me cuenta mi madre que contagié a todo el cine con mis carcajadas.

Igualmente hubo veranos inolvidables, navidades, cumpleaños y otras fechas que nunca olvidaré.

Mi infancia fue estupenda, creo que es la etapa mejor de los seres humanos, ¡qué pena que dure tan poco esa eterna felicidad y esa inocencia más absoluta!, pero quiero pensar que todos tenemos un niño dentro.

Ana Pérez Urquiza ©
Marzo 2009

3 comentarios:

Anonymous dijo...

Hola Ana,
De nuevo junto a tus letras, disfrutando de tu escrito en donde evocas esa linda etapa de tu niñez, la verdad es que es hermoso pasearse ante ellas, y se disfrutan plenamente..

recibe mi abrazo afectuoso.

V.

Anonymous dijo...

Nuestros escritos también sirven para conocernos mejor.
Fue bonita tu infancia, Ana, y gusta leer esas cosas.
Cuéntanos más.

flor dijo...

Ana fue genial escucharte leer el relato de tu infancia,pues muchas de las vivencias que cuentas tambien las he vivido,me encantan tus relatos llenos de ternura y sensibilidad.Estoy encantada de poder compartir esos ratos tan agradables de los lunes.