lunes, 9 de marzo de 2009

LEER SI, ESCRIBIR...


Leer, Sí; escribir, no sé.

Quisiera escribir como Azorín, como Rosalía, como Goethe, como Cela, como Atxaga, como García Márquez, como Saramago, como... ¡Y por qué nó, como Cervantes, como Shakespeare!.

Pero respeto a toda persona que ha sacrificado sus horas, sus días, sus noches; noctámbula, sin descanso, con ojeras, con cara de pocas amigas. ¡Sí, la respeto y aplaudo y abrazo a cada persona que me ha hecho feliz con sus escritos!

Mi primer contacto con la lectura fue el catón: La eme con la a igual a "ma"; la eme con la i igual a "mi". Mi mamá me a-ma. "Mi mamá me ama". Después vinieron los romances entre príncipes y doncellas:

"A las puertas de un palacio
de una señora de bien,
llega un lindo caballero
corriendo a todo correr...

La mayor se llama Elena,
la segunda Isabel
y a la más pequeña de ellas
Rosalinda la nombré".

Luego en mi adolescencia leí y releí "La muerte está en el camino", de Martín Vigil. No sé si lo leía porque estaba triste ó estaba triste porque lo leía.

Desde entonces he leído libros mucho más serios, más intelectuales, más precios, más trágicos, más tenebrosos, más mágicos.

¡Ay, cómo disfruto con un buen libro!. No hay otro como él. Sabe aligerar tu alma, infundirte ánimo o hundirte en la miseria, guiarte como un gramático, enamorarte, henchirte de gozo. Menciono aquí "El aprendiz de herrero", quizás descodificado, y "The Elephant Man", pues ambos representan la belleza en el ser humano.

Oyente, por tu paciencia, te presentO lector, "EL FLORIDO PENSIL", este libro no sólo muestra los cimientos de mi cultura en la época franquista, sino que es otra parte de mi medicina alternativa. Mantengo viva la imagen de mi marido, de pie, en el dintel de la puerta, entre atónito y feliz, y mi hija de veinte años y yo, echadas en la cama, ya riendo, ya llorando mientras leíamos el problema número setenta y tres que reza así: "Tomar muchas piedrecitas y con ellas formar montones de una, dos, tres ó más decenas.

¡Escritores, gracias!

Isabel Bascarán ©
San Vicente de la Barquera 18-2-09

2 comentarios:

Anonymous dijo...

Isabel,en tus frase veo reflejados mis pensamientos,que tanto me cuesta transmitir no nos prives de tu escritura pues haces magicas las palabras cuando te las escucho leer animo y adelante.

Anonymous dijo...

Isabel...

Creo que tus letras hablan por sí solas, evoque ante ellas, recuerdos de dias añosos en que el Silabario era mi mejor compañero. abrazos
y, muchos ánimos.

una lectora que disfruta de tus letras.