domingo, 24 de mayo de 2009

EL SOL


El pasado 27 de abril, fue el día del sol. Es una estrella más, muy normal de tamaño y de luminosidad, de mediana edad y de las más cercanas. Tiene una temperatura de 6.000ºc, tiene componentes tales como: Hidrógeno, hierro, cinc, cobre, etc.

Hace posible la vida en la Tierra, animales, plantas, evaporación, creación de nubes y la lluvia. Tiene épocas activas o de más calor y otras de menos o de calma. A veces el viento solar produce auroras boreales, en el polo Norte, o australes, en el polo Sur.

El medioambiente espacial, viento solar, a veces dificulta las comunicaciones terrestres.

El sol es una estrella amarilla y le tenemos a una distancia de 149.600.000.000 metros y es 109,12 veces mayor que nuestro planeta.

La medida para hablar de su recorrido se le llama igualmente sol.

Está en nuestra Vía Láctea, creo que con esto, nos ponemos a un nivel científico suficiente, para poder hablar de esta estrellita aún joven.

Por medio de esta palabra se definen y se nombran muchas cosas en estam nuestra esfera terrestre. Por ejemplo, es la quinta nota musical de la escala de do; también se denomina sol a la moneda de plata de Perú, en alquimia se le llama así al oro, fue el dios Sol entre los Egipcios en tiempos antiguos o el llamado Helios por los griegos, al rey de Francia Luís XIV se le designó rey Sol y al imperio japonés se le citaba como, “El Imperio del Sol Naciente”.

Nosotros utilizamos esa palabra de diversos modos y maneras.

Quizás recordamos de nuestras abuelas algún comentario del tipo: ¿Quién es un solete o eres preciosa como un sol?, qué decir de los enamorados, en su boca están palabras como: "cielo mío o mi sol".

También se utiliza para demostrar el duro trabajo de los agricultores y ganaderos y algunas opciones para la pesca, puesto que lo hacen de sol a sol. De esta misma manera, se trabajaba en tiempos pasados, pues no tenían otra forma de iluminación.

A otros niveles, nos sirve para el relajo propio del tiempo de descanso, disfrutando de su calor y así refrescarnos oportunamente con baños, helados o bebidas frescas, origina un efecto de vitalidad, tanto para bebés como para personas enfermas, débiles o mayores y de todos en general. Invoca muchos sentimientos favorables, diversiones al aire libre, regocijo, recolección de productos; en la cocina se prepara todo más fácilmente, para comer en crudo o aliñados y frío, para defenderse un poco, de ese ambiente caluroso.

Pero aún deseado en las épocas más frías y oscuras del resto del año, al final nos puede producir cansancio y algunas veces hasta renegamos de él, con lo que se deduce que, todo tiempo continuado, deseado o no, termina por ser monótono o cansado.

Para mí, siempre era propicio, sobre todo de jovencita. Acababan las clases, tenía la oportunidad de salir más tiempo, puesto que en mi juventud, se regía por la luz solar, el momento de retirarse a casa.

Era época de fiestas, romerías y de ferias; quedarse con los primos en casa de las abuelos, bañarse en el río o la playa, tumbarse toda lo grande que eras encima del prado verde y ver las mariposas revolotear, llenas de colores, a la par que se escuchaban los últimos grillos de la temporada, a la sombra de aquellos dos perales gigantescos, después de la comida, somnolientos y cansados, pero me daba tiempo a notar, que mi madre nos tapaba con una fina tela para no quedarnos fríos en esta siesta digestiva.

Mientras quedaba adormecida, percibía el olor de la hierba seca, el de los geranios, el "angear" del perro con su lengua, para así refrescarse; oía a lo lejos a mi padre con otros vecinos, que seguían con la tarea de segar a dalle las tierras para usar el pasto ya seco, convenientemente hacinado, con el que luego, darían de comer al ganado en invierno.

¡Cómo sudaban, cuántas horas trabajando!, sin descanso, estaban morenos y ennegrecidos del polvo de la siega, pero con buen humor.

-"Minoooooooo, trae la pizarra, que tengo el dalle con mas dientes que un cocodrilo, jajaja"

Nuestra única obligación era llevarles agua fría de un manantial cercano y algunas de aquellas peras fresquísimas, recién pilladas del árbol.

En la noche se oían cigarras y ranas, alguna lechuza o similares, y escuchar a los cucos y ver a las luciérnagas, que brillaban me producía la sensación de vivir en un mundo diferente.

Bueno, si que tenía un defectillo el estío y eran los mosquitos que estaban al acecho, me tenían abrasada. ¡Dios que picores y que rojeces!, rascarse tenía diversas formas, todos nos pasábamos soluciones para evitar semejante incomodidad, que en casi todas las ocasiones, terminaba uno por sangrar, y pensábamos que parecía imposible que un bicho tan chiquito, fuera tan malo.

Algo que me producía comodidad infinita, era dormir tan sólo con las sábanas, entre otras cosas, porque hacer la cama al otro día, era más rápido, así todo se aceleraba para divertirse al Sol y con el Sol.

Angeles Sánchez Gandarillas ©
En S. Vicente de la Barquera
24 de mayo de 2009.

1 comentario:

flor dijo...

Hola Lines ayer nos diste una lección magistral del sol y despues la remataste con un bello recuerdo del sol en el campo,por un momento sentimos su calor agradable en nuestra piel,besitos.