domingo, 24 de mayo de 2009

EL SOL


¿Cómo te encuentras sol, dónde estás?... Hace tiempo que no sé nada de ti. He olvidado cuando fue la última vez que nos vimos. Si ya sé lo que estás pensando. Hace un mes estuvimos juntos durante unos días inolvidables, pero te necesito aquí.

Varias veces he ido a buscarte, para verte, sentirte... ¡Qué agradable era notarte por las mañanas a mi lado!. Me diste esos abrazos tan cálidos que tanto necesitaba y deseaba. Al mirarte, te veía reflejado en ese intenso color azul del mar, mientras escuchaba a las pequeñas olas rozando suavemente la arena de la playa. ¡Cómo brillabas!.

He de confesarte un secreto y es que cuando me mirabas, mis mejillas se sonrojaban. Ansío de nuevo estar junto a ti, pero te corresponde venir. Me siento tan a gusto a tu lado y te añoro tanto...

Durante las noches, cuando desaparecías, recordaba la sensación tan placentera que había sentido junto a ti, durante el día. ¿Sabes?, luego, esperaba ansiosa el amanecer para volver a encontrarnos al día siguiente, en ese amanecer en que sabía que acudirías temprano a nuestra cita, sin poner ninguna disculpa.

Mientras esto soñaba, recordaba una canción, que de niña cantaba, a esos bonitos insectos anaranjados, con lunares negros y que llamaba "mariquillas", a la vez que una de ellas recorría mi pequeña mano:


"Sole, solentañá,
vete a la montaña,
y dile a Dios
que haga sol,
hoy mañana
y toda la semana"


Después, la mariquilla volaba siempre hacia ti

Amado sol, espero pronto tu llegada, ¡no te demores!

Ana Pérez Urquiza ©
Mayo 2009

1 comentario:

flor dijo...

Hola Ana has jugado con ventaja esta semana,pues ya has tenido la suerte de tomar el sol y disfrutarlo,pero no me das envidia pues ayer aunque llovia,en el taller de escritura lucio un hermoso sol con tu relato,un besito.