domingo, 24 de mayo de 2009

HAY UN SOL QUE AMANECE CADA DÍA...



Hay un sol que amanece cada día
y que viene a buscarnos de mañana,
unas veces despierta nuestros ojos
y otras más el que aparta las legañas.

Nuestro sol, que nos llega en primavera,
va buscando los pliegues de la cama,
acarician sus rayos lentamente,
los rincones más lindos de mi casa.

A este sol yo le rindo pleitesía,
un saludo le mando sin tardanza,
con mis ojos dormidos y borrosos,
que despiertan al día y la jornada.

Su calor se agradece dulcemente
y traspasa el cristal de la ventana,
ese sol viene aquí, hasta mi pecho,
a alegrar las arrugas de mi cara.

Yo saludo a ese sol de primavera
al hablarle en silencio, sin palabras,
y le cuento mis penas y alegrías,
mientras él, con sus rayos ya me abraza.

Pero hay días que el sol no me despierta,
por las nubes que cubren y lo empañan,
y es entonces que vemos en el cielo
esas gotas de lluvia que nos manda.

Nuestro sol también llora por la ausencia
y lamenta las nubes y borrascas,
sólo quiere cubrirnos con sus rayos,
y dejarnos la paz y la esperanza.

Pasarán primaveras muy floridas
y con ellos los días y semanas,
pero el sol que alumbró nuestros hogares
quedará para siempre en nuestras almas.

Ese sol desconoce las fronteras
y sus rayos son besos que nos manda,
a los hombres de todos los paises,
y con ellos nos dice que nos ama.

Y nos ama sin credos ni colores,
este sol que amanece con el alba,
al que escribo estos versos y poema
y le mando este abrazo en la distancia.

Rafael Sánchez Ortega ©
24/05/09

1 comentario:

flor dijo...

Hola Foncho hoy si que soy la primera en dejar los comentarios y estoy muy satisfecha,ya es hora que me tocara ser la primera en algo jajaja,que decirte y no repetirme,muchas gracias por todo y sobre todo por escucharnos y enseñarnos a escribir un poco mejor,saludos.