miércoles, 25 de noviembre de 2009

EL GIGANTE EGOÍSTA

¡Ariadna, Ariadna!, por favor, acuéstate junto a mí; siento el cuerpo aterido... ¡No, tan cerca no!, que me abraso.

Ariadna, ¿dónde te encuentras?. Quiero pedirte perdón. Mi altivez me hizo rechazarte pues me pareciste demasiado pequeña. Os humillé a todos; a mis padres, a los tuyos, y sobre todo a ti. Nada más verte, hice un gesto despectivo, giré sobre mis talones y me alejé, ¡perdóname!.

¿Vuelve a nevar? Ante mis ojos aparecen manchas grises, algunas llegan hasta mi colcha. A ver si con la humedad y el frío me muero, ¡ya!, de una neumonía. Shss... Veo una cabecita tras la puerta, ¿Ariadna?. La cabeza me pesa, me pesa...

-¡Egoista, egoista!, ¡Gigante Egoista!

-¡No, no!. Niños, ya no soy egoísta. Venid y jugad en mi jardín.

Tengo que derribar el letrero que armé "Prohibido Niños". Ahora vislumbro dos cabecitas, ¿habéis venido, niños?, creo que deliro.

¿Qué es esto que huele a gloria? Levantó el brazo y lo llevó a la boca. ¡Ummm...! Un bollito de pan recién amasado. De mis ojos se despegan escamas de agua que las retiro con la sucia colcha. ¡Oh, qué claridad!

Tomo mi bastón, me enrollo en mi vieja colcha y con la fuerza que me ha dado el divino panecillo voy dando pasos, trastabillados. Alcanzo la puerta. Uno, dos tres... A punto he estado de caerme. Cuatro, cinco... y extiendo el brazo, no llego. Seis, siete y me caigo tan largo soy. Oigo el "CRASSS" del letrero y luego el "PUM" sobre la tierra helada. Me siento henchido de felicidad.

¡Ariadna!, qué bella eres y esta vez sus dedos rozan los míos.

Isabel Bascarán ©
S. Vicente de la Barquera,
23/11/09

2 comentarios:

Anonymous dijo...

En pocas palabras, un cuento, una vida, un reemprender en la forma de ser y sentir. Siempre hay tiempo, lo recordaré. Lines

Anonymous dijo...

Sigo esperando la próxima entrega de tus cuentos. En serio que aún no sé qué me gusta más, cómo escribes(y sabes que soy tu fan nº1)o el color que das a tus palabras cuando nos las lees en voz alta.

María