martes, 24 de noviembre de 2009

UN PERSONAJE BUSCANDO AUTOR

Me llamo Nicasio, y en el círculo de mis conocidos me tienen todos por un bicho raro. Yo pienso que soy tan normal como quienes aseguran lo contrario. Esa es la razón por la que busco a alguien que escriba lo que llaman mis rarezas para que, quienes quieran leerlo, puedan juzgar.

Me gustan las mujeres grandes, fuertes y tirando a feas. Los prototipos modernos y estilizados, no me van. Me da la impresión de que son cuerpos quebradizos de cristal que se pueden romper al primer achuchón. Las que yo digo me parecen vigorosas, macizas, capaces de resistir templadamente cuantos embates les lleguen. ¿Acaso soy raro por eso? Hay otros que les gustan los hombres, y hasta conocí a un pastor en Extremadura que le gustaban las cabras. Pero estoy seguro que preguntándoles, encontrarían suficientes razones para demostrar que para ellos, sus gustos eran normales.

Me gusta la soledad que me permite crear para mi goce personal, un mundo imaginario y hermoso de acuerdos con mis gustos, lleno de personajes hechos a medida de mis deseos que aplauden mis verdades, y censuran conmigo lo que a mi no me gusta. ¿Es esto otra rareza? No es mil veces peor la cotidiana realidad que te obliga a escuchar la continua cantinela del amigo a quien la próstata le está jugando malas pasadas, o la abuela que te cuenta las gracias de sus nietos, que ya escuchaste antes contar mil veces a otras abuelas, porque los nietos de cada abuela son siempre los más inteligentes y graciosos del mundo, y que a ti no te importan un carajo las gracias que pueda hacer un chiquitín, que encima ni siquiera conoces?

Me gusta la soledad por lo mucho que me fastidian los espectáculos multitudinarios donde la gente se mueve a empujones, y habla gritando para poder entenderse. Donde te arrastran y pisan gentes que sudan y respiran bufando, y si el espectáculo es musical me aterrorizan los decibelios que entran amontonados por mis oídos y barrenan mi cabeza como un taladro precursor.

Por estas cosas y otras que a lo mejor cuento otro día, me llaman raro. Y además como soy bajito y encima me llamo Ni-casi-o, (menos ya no me puedo llamar,) nadie me hace ni puñetero caso.

Digo que a lo mejor lo sigo contando otro día, porque hoy se me echó encima la hora de enviar a Foncho el escrito, y oye, no se si es que a las neuronas se les acaban las pilas, o es que tengo una mala racha, el caso es que no doy más de sí.

Jesús González González ©
Noviembre 2009

4 comentarios:

Anonymous dijo...

Pues menos mal, aunque creo yo que será una mala racha, y más después de escuchar los dos anteriores. Cuando salgan a la luz en el blog, muchas personas sonreirán, que buena falta nos hace. Lines

flor dijo...

Gracias por alegrarnos esas tardes de escritura con tus relatos y hacernos reir,eres maravilloso,besitos

Anonymous dijo...

Jesús,

Podía haber sido mas..pero... Siempre logras
robarnos sonrisas y eso se agradece.Gracias.

V.

Anonymous dijo...

¿que no das más de sí? Pues el día que empieces a explayarte avísanos, para que nos coja preparados. Sólo una cosa ¿el pobre pastor aficionado al ganado caprino tenía que ser extremeño? ya podías haber buscado otro gentilicio...

María