viernes, 18 de diciembre de 2009

HÉROE

“No aguanto más”, “hasta aquí he llegado “, ¿Por qué a mí, si el mundo es enorme?.

¿Os suenan estas frases? Seguro que todo el mundo alguna vez las ha pensado o más aun las ha gritado.

Pero para vuestra sorpresa, Ana, nunca las ha utilizado, mejor dicho nunca había pensado en utilizarlas, hasta hoy.

Pero vayámonos un tiempo atrás, en una pequeña aldea de Italia, en la cual toda la gente se conocía, allí había una familia, un tanto peculiar, estaba formada, por el padre, francisco, que era una persona muy seria, pero a su vez muy alegre, y casi nunca estaba en casa, ya que el trabajo en la farmacia cubría todo su tiempo. Por otro lado tenemos a la madre, Aurora, todo el día trabajando en la mercería, pero siempre sacaba tiempo para estar con sus hijos. Y por último los hijos, Bruno de unos 20 años, que quería ser veterinario y estudiaba en la ciudad, y Ana una chica de 17 años, que no sabía qué quería en la vida.

Ana estaba en el último año de instituto, y como todo el mundo le recordaba, tenía que decidir qué hacer con su vida. Su padre la decía que estudiara farmacia y así trabajaría con él y seguiría el legado familiar. Su madre que estudiara diseño, porque siempre se le había dado bien dibujar. Pero Ana no les escuchaba, ella no quería nada de eso, no sabía que quería, ¡pero eso no!. Ella había soñado siempre con ser una súper heroína, le fascina la idea de ayudar a los demás, que siempre supieran que hacer en cada momento, y en su vida, pero sobretodo, que les saliera "todo" bien. Ella se clasificaba como una anti heroína, porque nunca conseguía nada a la primera.

Tras darle un millón de vueltas a la idea de su futuro, una mañana que se dirigía hacia clase, vio como un agente de policía, atrapaba a un ladrón, que había robado el bolso a una mujer mayor. Después le devolvió el bolso a la anciana, y ella le dio un beso y le dijo “son ustedes héroes”, y él le dijo que era su trabajo y lo que tenían que hacer.

Ana, lo tuvo claro, ella iba a ser agente de policía, costara lo que costara. Así que acabo el instituto, cogió su maleta llega de ropa e ilusiones, y se dirigió a la ciudad; pero ser policía no iba a ser fácil. Primero tuvo que ponerse en forma, su entrenador personal le dijo que en unos 4 meses estaría bien para pasar la prueba física, pero, transcurrieron los 4 meses y Ana no estaba preparada. Ella se decía que a la primera no lo iba a conseguir, y se esforzó el doble.

Pasaron los meses y ya estaba en forma, pero ¿pasaría la prueba?, fue decidida a la misma, sus compañeros la animaban, ya que ella les ayudó a todos en la parte teórica, pues siempre se le había dado bien explicar, pero no lo consiguió, fallo en la prueba mas tonta, pero esto no la hizo rendirse sino esforzarse el doble.

Sus compañeros, no entendían de donde sacaba la fuerza, entrenaba 3 horas diarias, estudiaba todos los días, y además ayudaba a su compañeros. ¿Cómo lo hacía?

A los 4 meses siguientes, lo volvió a intentar, porque ella quería ser una súper heroína, y nada se lo impediría, pero algo se lo impidió, ella misma o más concretamente lo que no podía hacer, y no consiguió pasar la prueba.

Al acabar la prueba, el profesor hablo con ella a solas, y la dijo, que igual ser policía no era para ella, y a lo mejor debería plantearse otras opciones.

Desesperada, la idea del ”por qué a mi…” no salía de su cabeza, al llegar a su casa se sentó en el portal, porque si entraba en casa se le iba a caer el mundo encima.

Cuando llevaba un tiempo, dándole vueltas en la cabeza a su vida, apareció el niño de su vecina, (que era una compañera de ella en la policía), con un balón mas grande que él. Tras jugar un rato, el balón, se quedo atrapado debajo de un coche. El niño intentaba sacarlo, pero no llegaba y la pidió ayuda. Después de varios intentos, Ana sacó el balón, se lo devolvió al niño y volvió a sentarse.

Este la siguió, y le pregunto que le pasaba, que estaba muy triste, ella le contó que iba ser una súper heroína, cuando se convirtiera en policía por que iba ayudar a la gente, pero que ya no iba a serlo. Y por eso esta triste.

Tras pasar unas cuantas semanas, Ana volvió a encortra al niño del balón, y éste la llamó y le dijo “¡sabes eres una súper heroína!” y ella le pregunto ¿por qué?, “porque ya ayudas a la gente, como a mi con el balón o a mi mamá con los estudios”, así que ya no debes estar triste.

Y Ana sorprendida sonrió y le dijo, “no soy un súper héroe, sino una antihéroe, que es mejor”

Jezabel Luguera González ©
Diciembre 2009

No hay comentarios: