jueves, 25 de febrero de 2010

PARA ALVARO...

Pues ya ves como son las cosas, tenía pensado darte la bienvenida a nuestro grupo, escribirte dos letras y un inoportuno accidente, como es quedarme sin el pc anoche ha sido la causa de este retraso y precisamente hoy, me encuentro el comentario de alguien que te quiere y aprecia y sonríe con tus letras.

Ayer fue un motivo de alegría verte llegar a nuestro lado, con el pelo húmedo y quizás corriendo, acudiste a leer aquellas letras que habías escrito y con tu voz infantil, un poco nervioso, pero seguro de que lo estabas haciendo bien, nos diste tu opinión sobre un tema interesante, como es la desaparición de los dinosaurios.

No sé los demás compañeros, pero en mi caso cerré los ojos y me fui a esa infancia ya lejana, pensé en esos animales ya desaparecidos, me vi contemplando a las estrellas en compañía de unos amigos, discutíamos acerca del origen del universo y cada uno lanzaba una hipótesis y opinión diferente, y hasta pensábamos en la vida en otras galaxias y planetas.

Sí, Alvaro, yo también he sido niño, como tú ahora, y también lo hemos sido todos los que anoche viste que estábamos leyendo nuestros escritos, como luego hiciste tú, por eso quizás te entendimos y seguimos tus palabras y nos emocionamos contigo, cuando al terminar se rompieron tus nervios y te refugiaste en un abrazo en el pecho de Laura.

¡Qué imagen más hermosa nos ofreciste y cuántos sueños se despertaron en mi mente!

Personalmente me vi también escribiendo, en una edad parecida a la tuya. Era cuando me empezó ese gusanillo por tratar de llevar a la cuartilla lo que pensaba, lo que empezaba a sentir y aquel deseo de ser diferente, en una palabra, de ser yo mismo y no una copia de nadie, aunque bebiera ya y devorara las páginas de centenares de libros en busca de la verdad, la aventura y el romanticismo.

Quizás a todos los que viste anoche y que desde ese mismo instante te dimos nuestro cariño y bienvenida, nos pasó lo mismo en algún momento, porque todos hemos sido niños en algún instante de nuestra vida, pero eso no significa, que entonces, como tú ahora, no tuviéramos ya esa inquietud, esas ganas de escribir y sobre todo esos deseos de buscar la verdad a través de la lectura y la escritura.

Tu escrito, sencillo y directo, fue un claro exponente de esa búsqueda de la verdad, de esa interrogante que dejó una especie, en el mundo animal, que se extinguió por los motivos que tú expusiste acertadamente en tu escrito y en la que están de acuerdo muchos investigadores.

Es cierto que se ha escrito mucho sobre ese episodio e incluso se han proyectado interesantes películas, como Parque Jurásico y otras, pero ¿qué mejor remedio que plasmar todo eso en un mundo de ficción donde los sueños de los niños y los mayores puedan dar rienda suelta a los mismos?

Mi felicitación mas sincera y también la de todos los que anoche tuvimos la suerte de escucharte y decirte que si así escribes con tus nueve años, ya verás como lo harás cuando llegues a la edad de Jesús, y no te la digo para que no te asustes. (Es broma y seguro que Jesús me perdonará esta intromisión)

En nombre de todos reitero la bienvenida a nuestro grupo y seguiremos atentos a todo lo que nos vas a seguir escribiendo, que seguro que será así, aunque sin olvidar los deberes del colegio, porque la escritura es muy bonita y una manera también de realizarse y llegar a conseguir muchos objetivos en la vida y tú, por suerte, tienes un largo camino por delante para poder conseguir muchas metas.

Rafael

2 comentarios:

Flor dijo...

Mira por donde el profe se volvio niño por unos momentos,ya veo que te cuesta expresar los sentimientos,pero con la pluma en la mano sale todo lo que llevas dentro,ma parece muy bien,besitos

Anónimo dijo...

Muchas gracias Foncho y espero que yo tambien pueda ser igual que tu escribiendo poesias.
Muchas gracias Foncho!!!!