sábado, 8 de mayo de 2010
CREDOS
A punto de cerrar la maleta no encontraba mi prenda íntima favorita. Fue la desesperación, la huída era de fragor y las expectativas poco alagüeñas.
Tenía poco tiempo para coger el avión, ya que venía con retraso. Me comía por dentro y de sorpresa me encontré en el destino deseado.
La corazonada o presentimiento que tenía era de ilusiones. Aquellos amores de hace ya algún tiempo, que habíamos roto por diversas causas y también, ciertas quimeras ó ideales en los que no concidíamos y por la rutina, él nunca quiso credos, ultimando mis objetivos y mi actitud de desenfreno otra vez se vio truncada.
Blanca Santos ©
22-4-2010
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