viernes, 21 de enero de 2011

LA CHIMENEA


Las casas de los pueblos, desde hace muchos años, tenían todas chimeneas, unas eran de las cocinas de carbón y otras de leña. Cuando se hacía la matanza se curaban junto al fuego los chorizos, lomos, costilla y demás, cerca de la chimenea. En años cercanos se las ponían en el salón que servía de calefacción para toda la casa, durante los días fríos de invierno.

Se prende fuego primero con leña fina y encima se ponen unos troncos bien gordos que duran por lo menos dos días o más. Este fuego se hace a ras de suelo, encima lleva la llamada campana para que salga el humo a través de dicha chimenea hacia el exterior. La temperatura es muy agradable; en este salón conviven todos los miembros de la casa, hasta el perro y el gato.

Los domingos vienen a jugar a las cartas o al parchís y otros juegos. Se pasa muy divertido. Los niños participan también jugando al bingo aunque hay otros juegos.

En los días de sol salimos a dar un paseo por carreteras de concentración parcelaria, que cruzan la mies en varias direcciones, vamos mayores y pequeños; los chavalines en bicicleta y si hay pequeños en las sillas de bebé.

Es una gozada contemplar el entorno, hay grandes praderas y animales pastando, sobre todo caballos. Alguna montaña a lo lejos y el sol agotando sus últimos rayos, pasamos por el pueblo, que a decir verdad, es muy bonito. Casas antiguas de piedra y algunas modernas, pero muy grandes, con inmensas praderías alrededor, ahumando las chimeneas. Sobre todo al atardecer, en que se confunde el humo con la niebla, en las tardes gélidas del invierno.

A la hora de la merienda, hacemos un chocolate que tomamos con bizcochos o algo parecido, para así recuperar fuerzas y combatir el frío, que en la caída de la tarde se deja notar.

Los prados amanecen blancos como si estuvieran nevados, no queda más remedio que embozarse la bufanda hasta los ojos, ponerse un buen abrigo y guantes, hasta que el sol derrita el hielo de la helada; hacía el medio día podemos disfrutar de buena temperatura y tomar el sol tan deseado y agradable, por unas pocas horas, pues estamos en el rigor del invierno y además es Navidad.


Blanca Santos Gutiérrez ©
27-12-10

No hay comentarios: