En nuestro pueblo y otras muchas ciudades, de divisan desde lejos los campanarios de las iglesias, erguidas y firmes.
Nuestra Iglesia se alza en un descampado en lo alto del pueblo, casi solitaria, rodeada por murallas y a pocos metros del mar.
¡Qué emoción sentimos al oír el repique de campanas en grades solemnidades!, como pueden ser las celebraciones de las primeras comuniones, bodas y bautizos, en la Semana Santa, la procesión el Sábado de Gloria al atardecer y las fiestas de nuestra patrona, la Virgen de la Barquera, que son días muy concurridos, o simplemente, los domingos.
Blanca Santos ©
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