martes, 24 de enero de 2012

LA ISLA QUE SE CONVIRTIO EN ÁRBOL


Siempre he pensado que las personas somos como las islas, porque nacemos solos, al igual que ellas se crean, solas.

Y aunque estamos rodeados de personas, estamos “a solas”, del mismo modo que ella están rodeadas de agua pero son solo una isla.

Sé que la familia y amigos están a nuestro lado, para ayudarnos a crecer y conseguir construir nuestra vida, pero ante el peligro de la dura batalla que es vivir, somos nosotros solos los que luchamos, al igual que ellas, pueden estar rodeadas de muchas islas (como Japón o las Canarias), pero cada una es independiente y ninguna de ellas, por separado, tendrían sentido.

Esta idea cambio hace varios días, alguien muy cercano hizo que cambiara mi forma de pensar pesimista y absurda. Tras varios días debatiéndome en un mar de ideas, encontré la respuesta que buscaba y sorprendida descubrí que siempre había estado frente a mí.

Que las personas somos como los árboles, nacemos de la unión de nuestros padres, del mismo modo que una semilla crece de la unión de la tierra, el agua y el sol.

Nuestras familias nos ayudan a crecer y nos sostienen para que así enfrentemos la vida, y eso mismo hacen las raíces de un árbol, porque lo mantiene para que esté crezca.

Los amigos crean lazos con nosotros, nos facilitan “este camino que es vivir” y hacen que seamos nosotros mismos mostrando nuestro verdadero yo.” No seriamos nosotros sin ellos”, y las ramas de los árboles forman parte de sí mismo y sin ellas no serian árboles.

E sido isla, ahora soy árbol, ¿qué me deparara el futuro?.

Jezabel ©

No hay comentarios: