viernes, 19 de octubre de 2012

¡HOLA, BUENAS TARDES! (DIÁLOGO DE RECIÉN JUBILADO.)


-¡Hola, Maximino! Soy tu cuerpo y quiero recordarte que ha llegado el tiempo de mi descanso. Tienes que tener en cuenta que han sido 41 años de constante trabajo.

-¡Bueno, bueno!... 

-¡Hola, Maximino, Soy tu mente. Es cierto lo que expresa el cuerpo, pero no debes hacerle caso. También le has llevado a disfrutar por muchas partes de España y más allá de las fronteras. ¿ Qué va hacer ese cuerpo, no moverse?

-Pues claro, -dice el cuerpo-. Ya hice lo que tenía que hacer y ya fui a donde tenía que ir. Y de ahora en adelante no me apetece nada más que tumbarme a la bartola, que es distinto que tumbarme con la Bartola.

-¡Nada, nada, no tienes razón, estimado cuerpo! Ya me encargaré yo…

-¡Vale, vale, vale!... 

-¡ Hola, mi estimado cuerpo y mi querida mente! Soy Maximino y os recuerdo que todavía estamos juntos y, si Dios quiere, por mucho tiempo. Mirad, tenemos que seguir trabajando juntos y os voy a proponer un plan.

-Nos parece estupendo. ¡ Hala, desembucha!

-Bien, consiste en lo siguiente: seguiremos usando las piernas para dar buenos paseos y disfrutar las grandiosas bellezas que nos rodean. También utilizaremos el corazón, para seguir amando a todo el mundo. Los pulmones para respirar aire limpio. Así mismo, seguiremos usando lo que nos queda de vista para leer hermosas palabras y distinguidas frases que componen numerosos libros de ilustres escritores. Y por último, contaremos con estas, casi temblorosas, manos para escribir en las cuartillas lo que la mente, prudentemente nos dicte.

...

-¡Ah! Nos queda la boca con su lengua para saludar a los presentes y darles las gracias por saber escuchar.


Maximino Fernández Sierra ©

No hay comentarios: