miércoles, 14 de noviembre de 2012

REPORTAJE

 
El día comenzó como todos los demás, un buen café y unas tostadas, tras la dura batalla de qué ponerme, los vaqueros fueron los vencedores frente a los pantalones de vestir.
La chaqueta, las llaves, la bufanda para el frio, la cabeza… creo que lo llevo todo, un último vistazo al espejo de la entrada y un… “qué guapa estás, el mundo te espera”
Cerré la puerta con la suavidad de un tornado y emprendí mi viaje al trabajo, como todos los días, al llegar a mi destino me recibieron con un cálido “llegas tarde y Robert a preguntado por ti”, dejé todo encima de mi mesa y rauda voy a ver que necesita Robert.
-¿Has preguntado por mi? ¿Qué ha pasado ahora? No me lo digas, un grupo de extraterrestres nos tienen bajo su control y necesitan que les hagamos un reportaje fotográfico, para enviárselo a sus pariente lejanos como felicitación de navidad.
- Alex, no sé si reír o… no parar de gritar hasta que tu imaginación deje paso a la razón.
-Creo que antes de que mi razón apareciese, tu garganta sacaría el pañuelo blanco y diría “piedad, piedad”.
- No puedo contigo, con esa imaginación que tienes, el mundo se está perdiendo las mejores películas de ciencia-afición.
-Robert eres afortunado nadie más conoce que debajo de esta apariencia de hierro, reina la imaginación de una niña.
-Bueno, ahora en serio, te llevo llamando toda la mañana, ¿dónde narices tienes ese raro artilugio llamado teléfono móvil?
-Creo que en el bolso, pero sin sonido
- “Como siempre”
-Claro que no, ¿para qué me querías?
- Ha llamado Samuel, que necesita un reportaje fotográfico, muy especial y quiere que lo hagas tú.
-De acuerdo. Pero, necesitó más información. ¿No?
- (Con sonrisa de niño travieso), -todo lo que necesitas saber te lo han enviando por sms, recalcado varias veces que es un secreto, que solo tú sabrás quien es y “espera mucho de ti”. Yo creo que es…George Clooney.
-Deja de vacilarme, y dime la verdad, ¡que la que escribía guiones  de cine era yo!
-Es la verdad, y lo necesita para esta tarde. Así que, estás tardando.
Salí del despacho de Robert lo más tranquila que mis nervios me permitieron, dejando atrás risas y algún que otro extraterrestre.
Me abalancé sobre mí bolso, como un león sobre su presa, pero en mi caso la presa era el móvil pero mi búsqueda fue en vano, allí no estaba.
Y ahora, ¿qué hago?, no puedo llamarme porque claramente está en silencio o... igual no. Tras escuchar el último pitido y sentirme idiota, colgué el teléfono cogí mis cosas y le dije Robert que me iba a preparar el reportaje.
Me dirigí al Lucas, necesitaba un buen café y Ana me daría un buen consejo o eso esperaba. Tras contarle lo que me pasaba y ella no parar de reírse conmigo, y yo saber que era de mí, me dijo -y ¿por qué no vas a casa seguro que está allí?.  Le di un beso de estos sonoros en toda la frente, y dándole las gracias me dirigí a por mi móvil.
Metí la llave en la cerradura,  convencida de que el móvil estaría encima de mí cama… y allí estaba, presidiendo mi cuarto; me sentí  igual que Indiana Jones cuando encontró el arca perdida.
Vi las llamadas de Robert siete en total y dos sms.
“abrir mensaje de texto”
1 sms:
Seguro que te has dejado el móvil encima de la cama.
Ponle en sonido.
2sms:
Espero que el vestido sea de tu talla, póntelo.
“Robert esta…” no me dio tiempo a acabar la frase, el sonido estridente de mi móvil me interrumpió.
-¿Sí?
-Veo que le has puesto sonido al móvil, menos mal.
-¿Pablo?
-Hola cariño, ¿sorprendida?
-Más bien cabreada, ¿me puedes explicar qué pasa?
-Que tienes que hacer un reportaje ¿No te lo dijo Robert? ¿Qué tal el vestido?
-Sí, ¿Qué vestido?...
 Pi, pi, pi, pi…  “¿pablo? ¿Pablo?...”
Tiré el móvil encima de la cama porque no podía tirar a Pablo por la ventana, claro ¿de qué vestido…? Al levantar la vista, frente a mí se encontraba un vestido, palabra de honor, azul marino con zapatos a juego y una nota.
A las 6 en el Lucas no se te olvide la cámara.
A las 6 menos cinco me encontraba enfrente del Lucas y en la puerta ponía:
“EL LUCAS PERMANECERA CERRADO HASTA MAÑANA”.
Al abrir la puerta me encontré el bar a oscuras y tras encender la luz mis ojos no podía creer lo que veían: una mesa para dos con velas incluidas, un cartel que decía “feliz aniversario”, Pablo de traje, con su mejor sonrisa y una rosa roja en sus manos.
- Veo que has traído tu cámara.
-Sí, aunque no haré ningún reportaje, por lo que veo.
-Estás equivocada, la famosa acaba de llegar por la puerta, pero shhh… es un secreto.
-Tranquilo mis labios están sellados.
-Me encanta que te olvides el móvil.
-Y a mí que me des sorpresas.
 
Jezabel Luguera ©

No hay comentarios: