BIOGRAFIA:
Nació
el 24 de Febrero de 1876, a las 2 de la tarde en Washington, hijo de
ALEXANDER GRAHAN BEEL. (lo patentó dos
horas antes que Elisha Gray, de Chicago).
Etimológicamente
se compone de dos palabras. TELE = LEJOS
y PHONE = VOZ. Y se componía de
transmisor con micrófono de carbón, hilo conductor y receptor con placa
electroimanada. Es un instrumento de comunicación, diseñado para la transmisión
de la voz y demás sonidos hasta lugares remotos.
Según
va creciendo, va evolucionando de manera insólita. Así mismo se multiplica
tanto que hoy hay teléfonos hasta en los bolsillos y ha llegado a ser un
aparato imprescindible.
SERVICIOS:
Este
instrumento sirve para dialogar. ¿Quién no ha entablado alguna vez una buena
conversación y, a veces, bien extensa?
¿Quién no se ha sentado para hablar con el jefe o con un cliente, a veces
conversaciones no tan dialogantes?... Para dialogar nació el teléfono de la
esperanza cuya finalidad es hablar con el otro para la vida.
Así
mismo sirve para entablar una amistad. ¿Quién, por medio de él, no ha hecho un
amigo o una amiga y para siempre?
También
sirve para avisar. ¿Quién no ha recibido alguna vez algún aviso?. Unos tristes,
cuales son la enfermedad o muerte de alguien querido. Otros alegres, como que
has sido abuelo o que te ha tocado un buen premio. ¡No fuera malo!.
A
su vez sirve para hacer propaganda, dándonos bien la lata. Para espiar, de ahí
nace el teléfono pinchado. Y…, tantos y tantos servicios más.
Incluso
yo tengo un teléfono inalámbrico para ocasiones especiales. No tiene hilo
conductor, ni número, ni aparato. Y ahora mismo hago uso de él:
-¡Señor,
Dios mio….!
-¡Eh!,
¡Eh! Maximino, te he estado llamando y no me has contestado.
-¡Oh,
Señor! No lo oí. No tendría cobertura o habría mucho ruido.
-¡Quizá,
Quizá, Maximino!. Pero, ¿me ibas a decir algo?
-Pues
sí, Señor. Es que mi amigo, ese niño, esas jóvenes,no lo entiendo muy bien y te
iba a preguntar… ¿por qué?...
-Maximino,
sabes que os necesito y no quiero nada más que lo de siempre: ¡que os améis!
-¡Vale,
Señor! Lo haré o lo procuraré.
Al
momento hago uso del teléfono que me queda y que llamo universal. Tampoco se
necesita marcar, pero al momento suenan muchas voces:
"¡Dígameeeeeeeee!".
Y
les digo:
-Como
ésta es una ocasión especial: ¡os quiero a todos!
Y
así lo hago todos los días, mientras pienso: ¡qué suerte de invento: EL
TELEFONO!
Maximino
Fernández Sierra ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario