En la montaña más alta
tengo puesta una escalera,
para subir hasta el cielo
el día que yo me muera.
Para llegar a la cima
hay que subir muchas cuestas,
atravesar ríos, bosques,
con nevadas y tormentas.
Hay caminos pedregosos,
otros de rosas muy bellas,
con los nublados y soles,
de alegrías y tristezas.
El camino es algo largo,
y aunque sin prisa se llega,
no pierdas el horizonte
por si nos cubre la niebla.
Después de recorrer caminos
acercamos la escalera,
y peldaño tras peldaño
llegaremos a la meta.
Desde aquí arriba un saludo
para todos los que quedan,
que siguen este camino
a su llegada a la Tierra.
Blanca Santos ©
31-XII-2012
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