María
era la pequeña de tres hermanas nacionalizada alemana. Una de sus hermanas se
casó en España, la otra había fallecido hacía unos años. María casada y sin
hijos se quedó viuda hacía poco quedándose sola en Alemania; padece una
enfermedad degenerativa y no se vale por sí sola.
Esta
enfermedad la obliga a permanecer en una silla de ruedas a cargo de una
cuidadora. Al cabo de poco tiempo María decidió venir a España a reunirse con
su hermana y un sobrino. Se pusieron en camino la amiga cuidadora y esta buena
señora.
Durante
el viaje tuvieron ciertas “regañinas” que obligó a la cuidadora a dejarla en
España a las puertas de un hospital con las pertenencias y un perro.
Consiguieron dar con su hermana, que tampoco estaba acta para cuidarla a causas
de recientes operaciones, y tuvieron que arreglar las cosas para internarla en
una residencia. Por fin la señora está la mar de feliz.
Blanca
Santos
24-6-2013
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