jueves, 10 de octubre de 2013

EL SILENCIO


Según Joaquín Pertierra ”Escuchar el silencio quiere decir escuchar al otro, ponerse en su lugar, tratar de comprenderlo para, desde ahí, resolver con la palabra los conflictos que hayan podido surgir.”  Este hombre llegó a esa conclusión cuando según él “ya sumaba bastantes años en su vida”.
A veces la vida se adelanta y te hace llegar a conclusiones que no corresponden con tu edad cronológica  pero sí con tus vivencias.
No hace mucho buscaba la soledad para disfrutar del silencio y ahora, al cabo de unos meses, el silencio es lo más duro con que me puedo encontrar en el día a día.
Las nuevas tecnologías hacen que un simple pitido en uno de los muchos, y a veces diabólicos, aparatos electrónicos de los que ya casi todo el mundo dispone, desde el más pequeño al más anciano, llevamos en nuestro bolsillo hace que ese silencio se rompa y compruebes que tienes mucha gente buena que te quiere contar cosas  y no quiere dejarte más tiempo del preciso escuchando tu silencio.
El silencio del dolor no compartido y el del abandono de los seres a los que quieres y te quieren es el más duro de soportar. De ahí que a partir de ahora voy a ser la persona más bulliciosa que nunca pudiera imaginar, con todos los que no dejáis que escuche nada más que muchos ánimos y mejores quereres.
Por eso aquí estoy, de nuevo con vosotros, para meter mucho ruido con las carcajadas que todos vosotros provocáis en quien os escuchamos y si llega el caso, y puedo provocaros una sonrisa, aunque no sea sonora, disfrutarla también.
Siempre se han comentado en diversos escritos, y de palabra también, que somos como una pequeña familia con aficiones y necesidades muy parecidas. Y aquí viene muy bien una frase de las muchas recibidas por mí en estos meses que dice que: “La sangre te hace pariente pero la lealtad te hace familia”. Y yo me he topado con una inmensa familia, que estoy segura que  no he hecho nada por ganármela, pero que la generosidad de la gente que me conocéis habéis creado a mí alrededor.
A veces nuestra vida es como un laberinto, vamos eligiendo opciones, escogiendo caminos, direcciones…. A veces una quisiera empezar de nuevo, o se siente perdida, a la deriva. A menudo te desesperas, quieres llegar rápido a algún lugar y entonces puede ocurrir lo peor de todo, que es haber llegado a la felicidad y no darnos cuenta de ello. No se si es positivo o negativo pero, sorprendentemente, en mis peores momentos vividos hasta ahora es cuando he podido saber lo que en realidad es la felicidad.
Gracias a todos por habérmela proporcionado.
    
Laura González ©

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