Vamos a ver, Rafael; con el tema
obligado que nos has “enguilgado” este mes, al menos a mí, me metiste en un
lio. Mejor dicho en dos líos, eso si no son tres: Porque al escribir la palabra
“enguilgado”, veo que el diccionario no me la acepta como correcta.
Según los padres de la lengua, la más
parecida a “enguilgar” que los académicos tienen registrada, es la palabra
“enguizgar” que significa “incitar” o “estimular”. Y tú no nos incitas ni nos
estimulas, sino que nos lo impones, así, poco más o menos que “por cojones”,
que diría cualquier mal hablado. Y yo, a lo de “enguilgar” siempre le di el
sentido de “endosar”, en su segunda acepción que es “trasladar a alguien una
carga, trabajo o cosa, no apetecible”. Este primer lío le dejo resuelto
diciéndome a mí mismo que lo de “enguilgar” es un modismo provincial, comarcal,
e incluso local si tú quieres, que viene a significar “ahí te dejo eso, y
arréglatelas como puedas”.
Ahora que salí de esta especie de
maraña de ALGAS que dejo desmenuzada en
el párrafo anterior, me meto en el lío
siguiente que no dejar de ser más que
otro INFIERNO de palabras y sus significados a interpretar:
GALERNA. Si me atengo al diccionario, ya no existen las galernas; ¡Que no,
coño, que no existen! (Te explico esto
más adelante, porque acabo de descubrir que dentro de este lio, hay otro lío de
menor cuantía, pero lío al fin y al cabo. Como las palabras obligadas deben de
ir obligatoriamente en el orden que
mandaste, y además no se pueden repetir, ahora me tocaba escribir
HIERRO, y no encuentro historia alguna donde encajar semejante clavo, así que
toma por buena esta aclaración, y solucionado el problema).
Ya estamos de vuelta en LA GALERNA,
que verás cómo ya no existen las galernas. No basta con ir a la playa y caminar
por la ARENA hasta el borde del agua, para otear el horizonte a ver si el
tiempo se revuelve. Para hablar con un poco de sensatez y de propiedad, lo miré
en el diccionario, y lo describe de éste modo: Galerna, “VIENTO súbito y
borrascoso que en la costa septentrional de España suele soplar entre oeste y
el noroeste”
Pues bien, habrás visto, o mejor
dicho, leído, o quizás todavía mejor, escuchado, si es que voy a ser yo quien
lo lea, que dice “súbito” y súbito
quiere decir repentino, esto es, sin contar con ello. A estas alturas del
progreso tecnológico, los observatorios meteorológicos están tan avanzados, que
detectan en el aire hasta el vuelo de una mosca. Entonces, ¿Cómo coño va a
venir un viento que no esté previsto ya?
Antes sí, pero eso era casi cuando yo andaba a gatas, que por si no lo
sabes fue antes de la guerra.
Deduzco, que si para ser galerna
tiene que ser al mismo tiempo súbito, pues no es galerna porque vientos sin
contar con ellos ya no existen. Así que de galer…na, “ná de ná”. Y no me
pongáis de ejemplo los vendavales de estos días, porque esos de ser algo, no son
galernas. ¡Si acaso, galernones!
Jesús González ©
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