martes, 1 de abril de 2014

GALERNA




Vamos a ver, Rafael; con el tema obligado que nos has “enguilgado” este mes, al menos a mí, me metiste en un lio. Mejor dicho en dos líos, eso si no son tres: Porque al escribir la palabra “enguilgado”, veo que el diccionario no me la acepta como correcta.

Según los padres de la lengua, la más parecida a “enguilgar” que los académicos tienen registrada, es la palabra “enguizgar” que significa “incitar” o “estimular”. Y tú no nos incitas ni nos estimulas, sino que nos lo impones, así, poco más o menos que “por cojones”, que diría cualquier mal hablado. Y yo, a lo de “enguilgar” siempre le di el sentido de “endosar”, en su segunda acepción que es “trasladar a alguien una carga, trabajo o cosa, no apetecible”. Este primer lío le dejo resuelto diciéndome a mí mismo que lo de “enguilgar” es un modismo provincial, comarcal, e incluso local si tú quieres, que viene a significar “ahí te dejo eso, y arréglatelas como puedas”.

Ahora que salí de esta especie de maraña de ALGAS  que dejo desmenuzada en el párrafo anterior, me meto  en el lío siguiente que  no dejar de ser más que otro  INFIERNO  de palabras y sus significados a interpretar: GALERNA. Si me atengo al diccionario, ya no existen las galernas; ¡Que no, coño, que no existen!  (Te explico esto más adelante, porque acabo de descubrir que dentro de este lio, hay otro lío de menor cuantía, pero lío al fin y al cabo. Como las palabras obligadas deben de ir obligatoriamente en el orden que  mandaste, y además no se pueden repetir, ahora me tocaba escribir HIERRO, y no encuentro historia alguna donde encajar semejante clavo, así que toma por buena esta aclaración, y solucionado el problema).

Ya estamos de vuelta en LA GALERNA, que verás cómo ya no existen las galernas. No basta con ir a la playa y caminar por la ARENA hasta el borde del agua, para otear el horizonte a ver si el tiempo se revuelve. Para hablar con un poco de sensatez y de propiedad, lo miré en el diccionario, y lo describe de éste modo: Galerna, “VIENTO súbito y borrascoso que en la costa septentrional de España suele soplar entre oeste y el noroeste”

Pues bien, habrás visto, o mejor dicho, leído, o quizás todavía mejor, escuchado, si es que voy a ser yo quien lo lea, que  dice “súbito” y súbito quiere decir repentino, esto es, sin contar con ello. A estas alturas del progreso tecnológico, los observatorios meteorológicos están tan avanzados, que detectan en el aire hasta el vuelo de una mosca. Entonces, ¿Cómo coño va a venir un viento que no esté previsto ya?  Antes sí, pero eso era casi cuando yo andaba a gatas, que por si no lo sabes  fue antes de la guerra.

Deduzco, que si para ser galerna tiene que ser al mismo tiempo súbito, pues no es galerna porque vientos sin contar con ellos ya no existen. Así que de galer…na, “ná de ná”. Y no me pongáis de ejemplo los vendavales de estos días, porque esos de ser algo, no son galernas. ¡Si acaso, galernones!

Jesús González ©

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