El tema de
este mes, es peliagudo; porque escribir algo “sin sentido”, no es tan fácil.
Hombre, podría empezar por “bla, bla, bla… y terminar en blu, blu, blu…, que no
tiene ningún sentido, pero tampoco da mucha satisfacción a quien lo escribe, y
mucha menos a quien estuviera dispuesto a leerlo.
Buscando cosas
sin sentido, si es verdad que encuentro
muchas cuando escucho lo que dice el vecino; y no te digo nada, si me fijo en
lo que hace. Pero eso es bajo mi punto de vista, porque si le pregunto a él…
Y pensando,
pensando, fui a parar a algo que pensé el
otro día, y en lo que hice como consecuencia de ese pensamiento:
Mi auténtico
“sin sentido”, llegará el día que estire la pata. Seguro que ese día me
importará un comino que me digan “so”, que me digan “arre”. Y ya, que por
razones cronológicas lo tengo cerca, se me ocurrió pensar en el marrón a
resolver que les dejo a mis hijos.
Porque seguros de ese tipo, como
Santa Lucía, o El Ocaso por ejemplo, jamás se me ocurrió. Y bastante tendrán
los herederos con atender a esos incondicionales que siempre acuden a la casa
en esos momentos, como para también tener que correr al médico que
certifique, a la funeraria que traiga un ataúd, al cura que haga el funeral…
Y de repente,
sin decirle ni una palabra a mi mujer por temor a que me tirara a la cabeza lo
que tuviera entre las manos, me fui a la oficina de Mapfre, para que me informaran sobre el tema. ¡Joder, lo que cuesta morirse! ¡Medio
millón largo, de las antiguas pesetas!
Casi me dejan “sin sentido” en vida, al enterarme de lo que tenía que
pagar. ¡Millón y pico, la pareja! ¡Qué
cara está la vida, pero mucho más está la muerte!
El señor de la
oficina debió observar la cara que puse, y se apresuró a aclarar conceptos,
diciéndome: Es para cobertura de decesos, modalidad “pago único”. Usted paga
esto de una vez, y se acabó. Puede seguir viviendo el tiempo que sea, que ya no
pagará más. Hombre, claro. ¡Pues no
faltaba más que fuera la cuota mensual hasta que cierre el ojo!
Todo esto,
teniendo en cuenta que desde el principio le dejé claro que quería el
presupuesto con los elementos más básicos.
Nada de pompas y vanidades. Joer, que no sé a quién se le ocurrió eso de
llamarle “pompas fúnebres”, cuando yo veo mucho más acertada a la gente de mi pueblo cuando dice que “después del burro muerto,
la cebada al rabo”.
Pero es curioso como lo van desglosando: Después
de elegir “ARCA”, puedes elegir “DIBUJO” de sus molduras, y “TAPIZADO”
interior. Pero hombre, a mí que coño me importa el color del tapizado, si yo no
le voy a ver. “COCHE FÚNEBRE”. Lo más
barato, hombre, lo más barato. Por mí como si me lleváis a rastras. “ACONDICIONAMIENTO
HIGIÉNICO Y PRESENTACIÓN”. ¡Pues ni que fuéramos a un baile de gala, muchacho!, “PERSONAL
PARA PRESTACION DEL SERVICIO”. Si lo vais a hacer vosotros, ese es
vuestro problema. A mí, no me preguntes. “SERVICIOS RELIGIOSOS”: Pues sí, que así se hizo siempre en mi
familia. “COCHE DE ACOMPAÑAMIENTO PARA FAMILIARES”: No jodas, hombre, que si
ellos no quieren conducir alguno los
llevará. “ESQUELAS EN PRENSA”: Con las de un solo periódico, voy que chuto. “50
ESQUELAS MURALES, Y COLOCACIÓN”: Con cuatro o cinco tengo de sobra, y cóbrame
en consonancia. “50 RECORDATORIOS CON FOTOGRAFÍA IMPRESA”: ¡Con foto, ni
hablar! Que la gente se cachondee de otro muerto. “CERTIFICADO MÉDICO DE
DEFUNCIÓN”: Hombre, si no queda más remedio… Pero muerto, si estaré muerto, que
vivo no creo que me entierren. “TRÁMITES
Y DOCUMENTOS NECESARIOS”: Ay, pillín, aclara esto que me huele así como
las tarjetas opacas. “PLACA PRE-LÁPIDA”: ¡Pero si son cuatro ladrillos! “TASAS
DE INHUMACIÓN”: ¿Pero es que hasta el
morirse paga impuestos? “TANATORIO”: Pues vale, de acuerdo. “NICHO”: Ni hablar, le
compro yo por mi cuenta, que me ahorro tu comisión…
Tendré que
pedir presupuesto en otros lugares, y al que más barato lo haga, que no está la
vida para derroches.. Después lo
consultaré con mi costilla, y espero que no me rompa otra idem…
Jesús González
©
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