Estoy
abrumado. Quiero decir que me abruma la bruma. Seguro que no me entenderéis
porque es muy posible que no acierte yo a explicar con suficiente claridad lo
que quiero deciros. Lógico; ya lo dije al principio: estoy abrumado. Esto
quiere decir que tengo un cacao mental de padre y muy señor mío.
Verás, esta vez, Rafael nos puso como tema obligado
“La Bruma”, y por más vueltas que le doy al asunto, no veo por donde entrarle
al tema. Sin saber por qué, al pensar en la bruma, mi mente me
arrastra hasta la playa, allí, cerca del espigón. Trato de mirar el horizonte,
y no le veo porque una bruma densa le borró con tonos grises. Me quedo con la
mente en blanco, y dejo de escribir. Cierro el ordenador, le abro al cabo de
una hora, y nada más que leer el título, ya tengo nuevamente la mente abrumada
con esa pertinaz bruma de la playa. Y
siempre en el mismo sitio, allí, junto
al espigón que evita que la arena de la playa tapone la entrada de la barra. Y
cuanto más miro, más densa me parece la bruma. Y más gris. Y más fría. Y… yo,
¡más me abrumo!
Dejé de
escribir por tercera vez, y al iniciar la cuarta, la bruma había avanzado hasta
el espigón. ¡No me puedo librar de tanta brumosidad! Y por añadidura, un pensamiento brumoso dibujó algo parecido a un bergantín fantasma que
emergía entre la bruma, y me aterré.
Entonces
pensé lo bien que hubiera venido esta situación para el tema del mes anterior
que llevaba por título “Sin Sentido”, pero la cosa ya no lleva remedio. “Sin
sentido” fue el mes anterior, y el barco
fantasma apareció hace
solo un par de días. Porque dime tú a mí, qué sentido tiene un bergantín
a estas alturas, cuando la navegación marítima se ha modernizado de tal modo
que en vez de ser empujada por el aire, los barcos de hoy con el empuje de sus motores galopan y
cortan el viento más deprisa que la jaca aquella del cantar que iba por el
Puerto caminito de Jerez… Bueno, a no
ser el Juan Sebastian El Cano, el buque
escuela de los guardiamarinas españoles, que con la bruma se despistara y navegando
a la deriva viniera a parar a San Vicente. Que todo pudiera ser…
Te lo juro, no he fumado porros. Simplemente estoy abrumado
con el tema de la bruma…
Jesús González ©
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