EL
BESO AQUEL...
El beso aquel que me
diste
me supo a miel, en el
alma,
y fue más que una
caricia
lo que tus labios
dejaran;
fue pasión en ese
encuentro
un fogonazo sin bala,
un suspiro retenido
que tu boca me pasaba;
pero ocurrió tan deprisa
que sentí que, en
lontananza,
me llamaban otros labios
con candor, que
envenenaban,
y me pasó que, confuso,
perdí el norte y la
distancia,
y me olvidé de tu beso
por otros que me
llamaban.
Quiero un beso de tus
labios
y la miel que me
brindaras,
aquel día, tan lejano,
con tu boca de gitana,
porque quiero revivirlo,
y enmendar así la falta
de encontrar el paraíso
que cambié por otras
caras,
porque hay labios
diferentes
que te ofrecen y te
engañan,
con la fresa y las
cerezas,
y susurros con la nata,
pero el beso que deseo
es de un labio que no
amarga,
y que entrega, sin
palabras,
lo que siente y lo que
ama.
"Aquel beso que me diste
hoy lo busco por la playa,
pues preciso de la brisa,
y la miel tan deseada"
©Rafael Sánchez Ortega
1 comentario:
... sin palabras...
La envidia es mala compañera de viaje, pero en este caso la envidia me ayuda a valorar tanto las poesías que creas y que simplemente yo ni alcanzo ni a imaginar.
algún día creare algo a lo que se le pueda llamar poesía, por ahora me basta con leer las tuyas y envidiarlas.
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