martes, 20 de marzo de 2018

JUGUETE ROTO


JUGUETE ROTO
Resultado de imagen de kintsugi ORO

            Sé  cuál es la intención de nuestro jefe Pedro. Imagino que el tema que nos atañe hace referencia a esas personas que, en algún punto de su vida, se quiebran. Puede ser por mil motivos: el fracaso de una carrera (si es artística, parece más notorio), un accidente, un abandono, una enfermedad, un revés amoroso... A medida que las enumero, me doy cuenta de que lo extraño es que no estemos todos rotos.
Creo que los mimbres de cada cual también determinan el quiebro –o la quiebra (y no es oportunismo, oigan, jejeje)– de un corazón o de un cerebro.
¡Hoy me toca reflexionar!
Me decanto por un juguete, de los nuestros, de los de entonces. Esos juguetes que nos traían los Reyes (los Reyes Magos de verdad, no los de ahora). Aquella muñeca un año deseada, el cochecito de capota, los cacharritos preciosos, aquel fuerte, con sus indios y vaqueros –mi favorito, por cierto, ya que sólo tengo hermanos y jugué con aquellos indios mil veces más que con  mis juguetes. Tal vez por eso las películas del oeste me hacían sufrir: yo sabía que los indios eran los buenos–.
Bueno, me centro. Un año, los Magos trajeron a uno de mis hermanos un pequeño Scalextric (regalazo), pero como la hermana mayor (o sea, yo) era una dominante, a la par que una manazas, se puso a manipular y enseñar al pequeño cómo funcionaba sin que apenas él pudiera tocarlo, pero con los ojos fuera de las órbitas, ¡pobre niño!. Aquella bruja en ciernes manejó tanto el juguete que, en un momento determinado, se oyó un estruendoso "CRAC": ¡se rompió! Los coches se pararon, las pistas se bloquearon. Y la cara del niño aún sigue clavada en el corazón, ¡mala pécora! Sus gritos atrajeron la atención de mis padres, que me dieron una buena azotaina (os juro que no me traumatizaron). Creo que, a partir de entonces, comenzó a ser mi hermano favorito.
Hace tiempo conocí algo precioso legado por los chinos: el kintsugi. Es el arte de arreglar los cacharros rotos soldándolos ¡con oro! Si aplicásemos eso a nuestra vida, ¡cuántas grietas resplandecerían! La parte herida es luego la más preciada. Eso quiero hacer yo contigo, y contigo...: si te me rompes..., ¡soldarte con oro!

REMEDIOS LLANO©
COMILLAS
FEBRERO 2018

No hay comentarios: