(Con
palabras y refranes obligados, en negrita.)
Este
verano la inspiración llamó a mi puerta y yo había salido a por el pan. Estoy
zambullida en un sempiterno paréntesis
mental. Me hubiese encantado agasajaros
con un ameno relato, pero me temo que no. Mi cerebro está algo zangolotino y, para no aburriros en
demasía por el respeto que os profeso, me voy a aplicar lo de oración y visita, sabrosa y cortita.
Sin embargo, amenazo con el próximo relato, que arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.
Ana Pérez Urquiza©
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