viernes, 12 de octubre de 2018

PARÉNTESIS




(Con palabras y refranes obligados, en negrita.)

Paréntesis. Una palabra que, bien mirada, puede resultar aterradora. Como dirían los alemanes, Echt? ¿De verdad? Pues sí, es como la magia de una noche tibia  en la que las estrellas destellan como la seda y de repente las nubes acaban derramando su lluvia con furia y turbulencia para sumergirnos, como arte de magia, en el enigma de las tinieblas.

Pero volvamos al principio.

Cuando un día nos levantamos y nos planteamos un paréntesis en nuestra vida porque el trabajo que realizamos nos perturba la paz, es que la cosa va mal; vaya, que no nos sabe a una taza de humeante chocolate.

Si trabajas mucho y hasta has conseguido comprar la Torre Trump y de repente decides que debes hacer un paréntesis porque si no te meterán en un psicopático, pues la solución solo puede desembocar por dos caminos: que seguirás igualmente de desgraciado al cabo de un tiempo porque todo continuará igual o que serás igual de desgraciado si es que decides convertirte en hippy.

Bueno, y ya no digamos cuando tu pareja te dice, como ondeando un confalón: “necesito un paréntesis en nuestra relación; no te preocupes, no pasa nada, nuestra armonía es perfecta, pero es que necesito encontrarme conmigo mismo, ya que me siento vulnerable ante cualquier circunstancia externa”. Te sientes como si te miraran con ojos aterciopelados y de pronto te soltaran el refranito: la mujer pulida, la casa sucia y la puerta barrida. Ahora sí que la hemos liado con la palabrita, porque al cabo de un mes seguirás igual de mal, tanto si decides enviarlo todo a tomar helados por toda la eternidad como si continuar con tu amorcito y todos felices, sonando la música y ardiendo unos magníficos fuegos artificiales y aquí no ha pasado nada. Pan y queso saben a beso.

En fin, ya sea por trabajo, por amor o por cualquier otro pensamiento estructuralmente intenso, hay quien nos dice de un modo desmesurado que nos va a caer todo el peso del cielo como una traición. 

Y termino con una cita de Woody Allen: No sé la clave del éxito, pero la del fracaso es tratar de complacer a todos.

 Francis Cortés Pahissa©

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