jueves, 13 de junio de 2019

MOMENTOS




Lo que empezó con el beso una tarde de invierno,
termina por convertirse en polvo, como la algarroba.
Tras la gran cogorza, queda la resaca y, en ella,
recuerdos en forma de un fantasma
 que recorre las ruinas de un vejo castillo.

Fantasma que aterroriza a sus visitantes
con historias de oscuras guerras
y con recuerdos de tiempos brillantes.

Historias de cómo dejamos de ser humanos,
de cómo nos pudrimos, convertidos en marcianos
y, al final de todo, de cómo nos matamos.

Recuerdos de pequeños momentos
en los que no importó pasado ni futuro
y por los que merece vivir en este mundo oscuro.

©Lucas Nuño

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