–¡Tronco! ¿No te tiras a la piscina con nosotros? ¡Deja
ya el móvil!
–¡Que
sí, que ya voy! ¡Qué pesados sois…! Estoy viendo un video muy interesante que
me acaban de enviar –contesta Luis a sus amigos, que hace rato están en el agua.
Cuando acaba de ver el video, se
levanta, hace unas respiraciones profundas y se da una buena ducha antes de
tirarse de cabeza.
–¡Anda,
mira este! –dice uno de sus amigos–. ¡Haciendo respiraciones profundas y
duchándose! ¿Te pasa algo?
–¡Jo…!
Es que me ha dejado impactado lo que acabo de ver. ¿Habéis escuchado hablar
alguna vez del método WIM HOF, del llamado “hombre de hielo”?
–¡No! –contestan al unísono.
–¡Imposible, pero cierto! Estamos en
pañales con lo del control de la mente… A este tío lo están estudiando los
científicos. Puede evitar enfermar subiendo los niveles de noradrenalina a
voluntad, aunque le inyecten virus. Ha escalado el Everest en pantalón corto, y
hecho un maratón por el desierto sin beber agua. Ha estado dos horas metido en
hielo, todo bajo vigilancia científica, y tan campante. Él enfoca su mente, con
una técnica de respiraciones profundas, inmersión en agua fría, meditación tumo
de los monjes tibetanos y también porque tiene lo que se llama “grasa parda”.
–Pero ha entrenado en Polonia a doce
personas con su técnica y también ha dado resultados.
–¡Jo, qué pasada…! Bueno, luego nos
mandas ese video increíble. Ahora, a seguir nadando, que nos estamos quedando
como ese tío pero sin respiraciones para controlar…
Mª
Eulalia Delgado González©
7
enero 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario