Levántate
y anda.
Corre
hacia el andén.
Que el
que decide es el que manda
y lo
vas a conseguir.
Si te
conformas,
morirás
en el consuelo
del
ser arrepentido.
Si te achantas,
caerás
en la desdicha
del
llorón enmudecido.
Y la
próxima vez,
la
barrera será
más
difícil de esquivar.
Pero no
habrá próxima,
porque
la flojera será más fuerte
e
imposible superar.
No
podrás llegar.
Sí,
llegaré.
No
podrás volar.
Sí,
volaré.
Y que
no te engañen con las tazas,
los Coehlos
y sus morcillas fritas.
Camina,
disfruta y salta por los aires.
Nada
es real
hasta
que ocurre.
Porque
imposible es jugar
con tu
familia a Marco Polo
en la
piscina de un burdel.
O que
tu abuela te regale
un
disco de Napalm Death.
Imposible
es nada.
Nada
es imposible.
Y la
nada no existe.
Óscar Nuño©
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