Al
caos aparente del arte le han buscado, como a todo, un sentido. Se ha ido, a
través del tiempo, compartimentado y dividiendo. Arte rupestre, egipcio,
romano, gótico, expresionista, impresionista, hiperrealista, cubista… ¡Todo es
arte, parecen decir ahora! No hay nada más que ver ARCO.
El descubrimiento de las pinturas
rupestres de la cueva Chauvet, en Francia, parece que obligó a replantearse el
pasado con las maravillas que encierra, tan elaboradas, y las clases de
animales. Se pensó que tendrían 20.000 años, pero, con la prueba del carbono
14, se supo con gran sorpresa que tenían 36.000. La tienen cerrada, pero hay un
documental, que se llama LA CUEVA DE LOS SUEÑOS OLVIDADOS. Si se podía pintar
así, ¿éramos tan monos como quieren hacernos creer? Ufff…
Con nuestro cuerpo humano, cuando
nos hacemos una herida algo grande, nos asustamos y pensamos que somos una
bolsa de sangre y más sangre, hasta que caemos en la cuenta de que ese caos
aparente tiene bastante solución. Venas, arterias, muchos órganos y huesos,
cada uno estableciendo su trabajo.
¿Quién no ha hecho alguna vez una
mudanza? Y después de hacer una selección de lo que se va a llevar, cuando
llegas, dices: ¿Dónde diablos metemos todas esas cajas que llegan al techo?
Pero procuramos relajarnos y vamos leyendo el contenido: cocina, salón, ropa
cama, juguetes, libros, libros, libros… ¡Como pesan! Y los vas dejando, y
entonces piensas en el caos aparente de una biblioteca… Historia, Ciencia,
Poesía, Arte… ¡Todo en su sitio!
Al día de hoy, ¿queremos más caos
que el que tiene este planeta Tierra con el temido Coronavirus? Desde China,
por desgracia, se va extendiendo. Con los aviones, estamos todos conexionados y,
como dice el Dr. Cavadas, esto no tiene trazas de ser un negocio para vender
mascarillas. Ya van muriendo muchas personas.
¡Es para pensar! Qué grandes somos
al lado de un virus que solo se ve al microscopio, y él solito se puede cargar
a media humanidad. Ya pasó otras veces a lo largo de la historia, y ahora, con
tantos adelantos, esperemos que de verdad se pueda atajar y desarrollar una
vacuna.
Estamos en manos de la Madre
Naturaleza. Animales y personas, a lo largo de los siglos, nos hemos tenido que
plegar a ella, y seguimos siendo arrogantes… Ella no nos necesita, siempre ha
seguido triunfante. Somos nosotros los que la necesitamos.
Mª Eulalia
Delgado González©
Febrero
2020
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