viernes, 1 de mayo de 2020

CUARENTENA POÉTICA DE PRESENTE Y ESPERANZAS




Todo se ha parado.
Yace el mundo inerte,
brillante y afilada
la guadaña de la muerte.

No hay polvo en los caminos,
no hay huellas en la arena,
silencios infinitos
cubren las veredas.

Escondida la vida
tras el prisma del cristal,
todos nos preguntamos
si esto es realidad.

¿Continuarán verdes los prados?
¿Será aún azul el mar?
¿Habrá alma en el humano?
¿Será rudo el animal?

Al día más oscuro
sigue la noche más brillante,
con una luna más llena
y estrellas de diamante.

. . . . .

Pensará la Virgen
de la villa barquereña
si la habrán olvidado
en su casa ribereña.

Y es que es tradición,
al pasar por estas fechas,
sacarla de paseo
al ritmo de las cornetas.

Es tiempo de rezar,
pero no es tiempo de Folía.
Es momento de soledad
y no de algarabía.

No hay fiel que se arrodille,
no hay picaya que te cante,
no hay campana que repique,
no hay mozo que te baile.

Ojalá solo un año
tengamos que esperar
para verte desde proa
mecida por la mar.

. . . . .

Pero hagamos caso
al maestro Calderón:
si toda la vida es sueño,
los virus, sueños son.

Despertemos de esta pesadilla,
abramos nuestros ojos,
hay algo más que negrura
en el fondo de los pozos.

Todo pasará,
hoy será peor que mañana;
volveremos a sentir
al sol de la alborada.

Florecerán de nuevo
las risas, los deseos…
Volverá el amor,
porque sabes que te quiero.

Y por fin todos juntos,
sin miedo en los zapatos,
volveremos a sentirnos,
entre oxidados abrazos,
lágrimas de alegría
y los restos del naufragio.


Óscar Gutiérrez Franco©
Taller de Escritura de San Vicente de la Barquera – Abril 2020


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