Nadie
me toca. Hace días que nadie me toca la mano, ni la cara.
Creo
que acabo de salir de un coma. Me encuentro raro. Sé que estoy en el hospital
porque detrás del cristal veo gente con batas verdes y blancas. Caminan deprisa
y llevan todos la cara y las manos muy tapadas y unos extraños buzos blancos.
¿Por qué nadie repara en mí? He
vuelto, he despertado. ¿Flores? Creerán que me he muerto, hay flores por todos
lados, en mi cuarto y en el pasillo. Hace tiempo, les oí decir que alguien casi
seguro iba a entrar en coma –debían de hablar de mí–. Pero ya no. La nebulosa se
va abriendo. La bicicleta, aquel corzo pequeño en la carretera, intenté
evitarlo.
Tengo 16 años y me llamo Martín. Eso
sí lo sé. ¿Nadie me escucha? Hay una tele sin sonido, deben de estar echando
una película antigua de ciencia-ficción; está ambientada en una ciudad
desierta, solo se ven algunas personas caminando rápido. Anochece. ¿Qué es ese
ruido? ¿Quién aplaude? Lo oigo también en la calle, la ventana está medio
abierta. Me levanto despacio de la cama y salgo al pasillo. Me mareo un poco.
Siguen sin prestarme atención. Desde el ventanal del pasillo, veo mucha gente aplaudiendo
en las ventanas de los edificios de enfrente y oigo música.
¡¡¡Vaya recibimiento que me hacen!!!
Y yo creyendo que no me veía nadie. Gracias, muchas gracias. En las ventanas
hay dibujos, muchos arcoíris, ¡qué bonito! Eso es que desean mi pronta
recuperación y un futuro esperanzador. Qué amable es la gente, me aplaude y me
quiere. Vuelvo a la cama, no vaya a estropearles la sorpresa. Entra un médico,
luego otro, me parece que sonríen bajo sus máscaras. Les cuento entre balbuceos
que la gente sabe que estoy bien y que me aplauden, y me hacen dibujos, y me
han mandado muchas flores. Quiero ver a mis padres. Me está entrando mucho
sueño, esta vez es sueño, y me duermo tranquilo. Sé que esta vez despertaré y
se darán cuenta. En mi cuarto también hay arcoíris. ¡¡¡ Qué suerte tengo!!!
Remedios
Llano Pinna©
Comillas
Abril 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario