Desapareció la dentadura de la
abuela Mamen. Sí, dicho así, suena raro ¿verdad?, ¿cómo va a desaparecer una
dentadura? Las dentaduras no lo hacen, pero en este caso sí. Porque es...¿cómo
decirlo? es de ¡quita y pon! tal y como suena, (aún entro en estado de shock,
al recordarlo).
Cuando por primera vez lo descubrí,
fue una noche en que entré en la habitación de la abuela con mi muñeca favorita
Eva, lo hice para pedirle que me hiciera una bufanda azul para ella. Abu,
estaba leyendo un libro, como cada noche, recostada en su almohada, y le dije:
-Abu, ¿me haces una bufanda para Eva, por
favor? anda Abu.
-Fsi, hija,fsi, manana.
-¿Qué te pasa en la boca Abu, por qué
no tienes labios? en la cena los tenías y hablas muy raro, ¿llamamos al médico?
Ella, extendió su mano derecha,
hacia la mesita de noche y ¡oh Dios mío, no! en un vaso de cristal con agua,
estaba su dentadura, ¡toda, todita entera, completa!, con todos los dientes y
muelas, los de arriba y los de abajo. En una rápida maniobra ¡zas! sus dientes
y labios volvieron a su sitio.
-¡Es magia abuela!, ¿cómo lo haces?
-No , hija no, vete a dormir, te haré
la bufanda, acércate y dame un beso.
-Uff, mejor mañana Abu, tengo pis, -(no
me fiaba).
Salí corriendo, hacia el cuarto de
baño, me planté frente al espejo y comencé a darme tirones con la mano a mis
dientes, por más que me empeñaba, nada ¡no salían, menos mal! No pegué ojo esa
noche (un tiempo más tarde me lo explicaron).Osea, nacemos sin dientes, nos
empiezan a salir y las pasamos canutas, eso creo, no me acuerdo. Luego se van
cayendo y viene el ratoncito Pérez y por último, de ancianos, volvemos a
perderlos, pero esta vez, no salen más ¡esto no hay quien lo entienda! Otra
cosa que no entiendo, mi padre, un día, se agachó para atarme los cordones de
mis zapatos, visu cabeza y horrorizada le dije:
-¡Papá, tienes carne en la cabeza!
Esto no le gustó, a juzgar
por su mirada, yo creía que teníamos solo pelo, ¿es como los dientes, cae y
vuelve a salir, se ponen debajo de la almohada y viene el ratón? A la abuela,
le debe dejar una pasta todas las noches ¡claro! por eso se da viajes con sus
amigas, porque siempre dice que con su pensión, no le llega para nada. Le tengo
que decir a papá, que ponga pelos debajo de su almohada.
Le conté al okupa lo de los dientes
de la abuela y el ratón, se quedó tal cual, me miró con cara de interrogación,
bueno, como siempre que tengo un monólogo con él, frunce el ceño, sus dos
pobladas cejas negras se funden en una y abre la boca. Al día siguiente, Abu le
dijo a mamá que no bajaba a desayunar, le había desaparecido la dentadura,
¡claro, la primera sospechosa era yo! fui la última en verla.
-Cris, -dijo mamá-¿qué has hecho con
la dentadura?
-Nada, anoche estaban en su boca.
-Por tu bien, espero que sea verdad.
Buscaron por toda la habitación, no
aparecía, pero al hacer la cama del okupa...!la dentadura estaba bajo la
almohada!
-¡Guillermo, ven
inmediatamente!-dijo mamá-¿qué significa esto?
-Yo...yo...quiero dinerito, Cris me
explicó lo del ratoncito ese, -(aquí levantó la voz), -lo quiero ¡para irme a
Disneyland París, a Cris no se le caen y a mí tampoco.
Ana Pérez Urquiza ©
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