ENCUENTRO…
Encuentro
una fuente en los caminos
y
sacio tanta sed de mi garganta,
refresco
los rincones de mis sienes
y
sigo caminando en la mañana.
Encuentro
una moneda por los suelos
que
rompe, con su brillo, la calzada,
me
inclino y la recojo dulcemente,
no
quiero que se altere y despertarla.
Encuentro
que los días son más largos,
que
avanzan los segundos para el alba,
y
extienden sus bracitos soñolientos,
las
tardes agridulces y soñadas.
Encuentro
que tu mano va en mi mano
igual
que tu mirada va a mi cara,
y
siento la pupila que suspira,
hablando
y susurrando sin palabras.
Encuentro
tus ojitos seductores
mirando
al horizonte y la distancia,
entonces
yo les vuelvo hacia mis ojos
y
beso, con placer, esas pestañas.
Encuentro
tu figura encantadora
cual
fruto juvenil que nos separa,
y
pienso en primaveras venideras
y
en tiernas margaritas solapadas.
Encuentro
que los años pasan pronto
y
el tiempo no remite ni se para,
rodamos
por la infancia, en un instante,
y
vamos a un futuro de nostalgias.
Encuentro
que el presente está presente
y
grita muy ceñudo en nuestras almas,
se
pasan los minutos y las horas
igual
que una perfecta filigrana.
"...Encuentro,
corazón, que estés pensando,
y
esperes la palabra que te llama,
recibo
los latidos de tus besos
y
encuentro ese candor, que a mí me falta..."
Rafael
Sánchez Ortega ©
10/02/16
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