martes, 18 de enero de 2022

WANDA


 

Se llamaba Wanda, pero la llamaban Araña. Era canadiense y trabajaba para el ejército de su país. Aterrizaba en Madrid el 18 de enero de 2022 para supervisar la construcción de un encargo de Canadá a Boeing España. Era una ingeniera de alta precisión. Pasaría en la capital española seis años.

El apodo ya lo traía: se decía de ella que era fascinante, un prodigio del mundo animal. Con apenas treinta años recién cumplidos, tenía diez hijos. Era como si tuviese miedo de no perpetuar la especie. Lo que fuese de sus padres, no se sabía; ¿se los habría comido? De los hijos, sí sabemos: los trajo con ella.

La mañana que llegó a las oficinas de Boeing, la expectación fue tremenda; se decía de ella que era muy inteligente.

Y así como llegó, hizo su trabajo y se fue. Con seis hijos más –de padres españoles, imaginamos.

Una tarde, dos años después, andaba yo distraída con el Instagram –siempre sigo países que he visitado, será porque me trae gratos recuerdos– y uno de los posts de #canadá es una imagen del cielo de Vancouver con cientos de miles de arcoíris. Todas las personas de la imagen miran embobadas hacia el cielo: en algunas se percibía una sonrisa; en otras, asombro. El pie de foto habla de la inmensa, prodigiosa tela de araña que cubre la ciudad y que ha sido tejida durante la noche por los nuevos aviones de combate de las fuerzas aéreas canadienses: los Arácnidos E19.

Busco rápidamente información sobre la tela de araña gigante. Se trata de un arma de defensa, una malla de protección frente a todo tipo de ataque aéreos, lo suficientemente alta par no interferir con las aves y lo suficientemente fuerte para interceptar cualquier tipo de bomba. Es tan resistente que hasta los aviones se quedan pegados a ella.

Vuelvo a la foto de Instagram. Ciertamente, nunca había visto nada tan bonito en material bélico. Los rayos de sol están atravesando los millones de gotas de agua que el rocío ha dejado en la tela de araña y el cielo está lleno de arcoíris.

Busco de nuevo en internet y leo: “El Arácnido E19, desarrollado conjuntamente por la ingeniera canadiense Susanne Wanda y Boeing, es una aeronave de última generación que, lejos de utilizar una tecnología de vanguardia, utiliza una de hace 400 millones de años”.

 

Almudena Pascual© 

No hay comentarios: