LIBROS
Otoño, época en
que mamá, me viste de entretiempo; como ella dice, paso calor y frío, a veces
pienso que con tanta ropa voy a sudar por el paladar. Es cuando llega la fecha
de mi cumpleaños.
Tengo entre
mis manos mi querido Diario, regalo de mamá, es de piel verde inglés, filos
dorados, lo bordean, tiene un pequeño candado con su llavecita dorada, a la
derecha, con letras inclinadas, también doradas pone:“Mi Diario”.
-Cris, de
este Diario, puedes hacer un libro, el de tu vida, cuéntale cosas, sé sincera,
va a ser tu gran amigo, jamás te traicionará.
¡Qué regalo me hizo mamá, cómo me conocía, sabía que me
gustaba escribir!
-Gracias
mamá, me has hecho el mejor regalo del mundo.
La primera
página en blanco, de filos dorados, mi recién estrenado Diario, estoy nerviosa,
con letra temblorosa comienzo, pongo la fecha... “Hola Diario, soy Cris, te voy
a contar todas mis cosas, vas a ser mi confidente...” De pronto entró en mi
habitación el okupa, de un zarpazo, me lo arrebató, diciendo su gran frase;
-¡Yo, mío y
pa mí!
Salió
corriendo escaleras abajo como alma que lleva el diablo, fui tras él, pero frené
en seco al ver a papá en el salón, acababa de llegar de viaje.
-Feliz
Cumpleaños hija, toma tu regalo.
Era una
gran caja envuelta en papel dorado con un gran lazo rojo. Antes de abrirlo, le
di un fuerte abrazo dándole las gracias a papá. Lo abrí nerviosa ante la atenta
mirada de toda mi familia, incluido el okupa con mi Diario en su mano. Al
abrirlo dije:
-¿Un
Acordeón?
-Así es,
Cris, nada más ni nada menos que un Acordeón.
Me quedé
sin palabras, ¿un Acordeón, por qué? Lo colgó sobre mis tiernecitos hombros y
casi me caigo, me sentí patética, iba hacia delante y hacia atrás como un
tentempié, hasta que conseguí el equilibrio.No sé cuánto tiempo estuve viendo, “suelo,
techo, suelo, techo”, del mareo veía, dos madres dos padres y lo peor, ¡dos
okupas! Mi padre dijo:
-Siempre
he querido que un hijo mío aprenda a tocarlo, ya que yo no pude, me gusta mucho
el Acordeón, ¿a ti Cris?
Medité
unos segundos antes de responder, “¿Hay composiciones de Beethoven para
Acordeón?” No. “¿Para Elisa en Acordeón?” No. Aunque era sordo... tenía
dignidad. “¿Y Mozart con la Marcha Turca ,
la compuso para Acordeón?” No, fueron listos y no se colgaron esto que tengo yo
sobre los hombros, se sentaban al piano. ¿Qué futuro me esperaba?, ¿tocar el
Acordeón para jubilados en el Levante español, ser la sucesora de María Jesús y
su Acordeón? ¡Qué depresión!
-Papá, ¿y
si comienzo por la Pandereta ,
no sé, lo digo porque da más juego, también es muy alegre eh papá?, pesa
menos...no sé, y sobre todo me va a dejar crecer, que con esto encima voy a
convertirme en “La Menina
de Los Pajaritos” con cara de felicidad.
Ana Pérez Urquiza ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario