GAFAS
Me pilló el toro. Hace tiempo que lo intuía. Pero nunca creí
que iba a ser tan rápido. La culpa fue de esa maldita desgana que casi de
repente, se me echó encima.
¡Ah!, ¿qué toro?, pues el que Foncho nos soltó, el de las
“gafas”. Para mí fue como un miúra con un cristal de aumento así de grande en
cada ojo, cuando hace un rato me telefoneó su creador, para preguntarme cómo me
encontraba, y al tiempo recordarme que esta tarde, a las siete, tenemos nuestro
Taller de Escritura sobre el tema de “las gafas”. Por si fuera poco el aviso,
detrás llamó Laly, para recordarme lo mismo.
Y yo sin escribir una “puta” letra. ¡Es que el tema…! Pues
verás, con el tema me pasó como con el toro: Que no le vi, hasta que no le tuve
encima. Pero hombre de Dios, si para escribir sobre gafas, no necesito más que
fijarme un poco en mi propio deterioro. Empecé con el pelo. Hoy dos cabellos,
cuatro mañana, así hasta conseguir la bonita calva que luzco. Después los
dientes que fui perdiendo uno a uno, hasta que agotados empastes y puentes, no
me quedó más remedio que comprarme dos dentaduras que encajaran una sobre la
otra para poder masticar con cierta comodidad y poder pronunciar dos docenas de
palabras sin que salte demasiada saliva a la cara de mi interlocutor. De ahí pasé
al oído, que le fui perdiendo tan lentamente, que como me iba acostumbrando a
ello, no me di cuenta de que era sordo hasta que algún alma caritativa me
informó de ello. Supongo que la cosa no sería por falta de orejas, porque… ya
ves el tamaño. Me puse un par de audífonos hace un mes, aproximadamente, y no
es que pueda decir que oigo peor, pero mejor… ¡Tampoco! Según los técnicos,
tendré que acudir a ellos cuatro o seis veces para ir poniéndomelos a punto, a
través de ordenador. En su día os contaré.
Y por fin, “El Toro” de Foncho, o sea las “gafas”.Cada día
veo menos. Las estoy necesitando. Lo que ocurre es que estoy operado de
catarata en el ojo izquierdo y necesito operarme también el derecho y hasta que
eso no ocurra, que será allá para pasado el verano… Mira tú que fácil fue
escribir algo sobre las gafas, y hasta sobre sus lugares cercanos. Y eso, que
para ser algo hecho así, de prisa y corriendo, por favor no me pidáis que lo
haga mejor, que aún estoy convaleciente…
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