sábado, 27 de febrero de 2021

CARTA

 



 

Sant Cugat del Vallés, a 17 de febrero de 2021.

 

Queridísima mamá:

 

Hace dos años que me dejaste con el alma partida. Siento un vacío, una soledad en muchos momentos que no logro superar. Claro que también soy feliz, pero… ¡me quedé tan desamparada! Lloro por no verte ni poder abrazarte, ni tampoco besarte. Ya nunca más lo podré hacer. Te necesito aún tanto. Hay instantes que percibo dentro de mí una herida abierta que no se cura, que está latente como una larva. ¡Duele tanto!

No quiero que sea verdad, porque deseo tu amor, el que solo una madre puede dar. Pero no lo tengo, lo perdí un ya lejano domingo de febrero.

Sueño y anhelo el retroceso de los años cuando te veía tan radiante y llena de vida. Siempre fuiste muy coqueta. Tenías una elegancia innata con la que se nace, y un gusto exquisito en el vestir. Recuerdo tu pelo rubio, siempre impecable, y tus ojos verdes que parecían dos esmeraldas talladas. Eras muy guapa y lo sabías. ¡Cómo no iban a decírtelo!

Espero que te llegue esta carta y que allí donde estés, que seguro que será  con tu Virgen de Montserrat, a la que adorabas y que seguro te cuida en todo momento, me protejas y pongas tu mano encima de mi pecho desde el cielo, para que, con tu calor, este peso me sea más llevadero.

Te quiero con todo mi corazón

Tu hija, que jamás te olvidará.

 

P.S. – Este mes, no hay proyecto.

Francis Cortés Pahissa©

No hay comentarios: