sábado, 27 de febrero de 2021

PROYECCIONES



Idear es querer encontrar un camino. Trazar es acercarse con suavidad al objeto de deseo. Concebir es como parir, pero menos doloroso. Planear puede ser aburrido, pero necesario para convivir. Planificar es lo que te relaja el esfínter la mitad del año. Urdir es meter el dedo donde no te llaman.

Y para laburar entusiasmado con todos estos infinitivos, no hay nada como beber cerveza en la Taberna de los Conspiradores.

Y si ni urdir, ni planificar, ni planear, ni concebir, ni trazar, ni idear te funcionan, por favor, te agradezco que no convulsiones y me proyectes toda tu flema mientras disfruto de un bocata de calamares con una cerveza bien fresquita en la terraza del Brillante. Porque si los árboles no me dejan ver el bosque, saco la taladora y me pido otra igual de fresca y a vislumbrar.

La mera existencia debería ser un proyecto para unos, al igual que tras la muerte lo es para otros; pero si no hay proyecto, no hay ni vida ni muerte.

¡Qué importante es el proyecto!, decía a sus alumnos don Gaspar mientras se fumaba un Kaiser. Pero si no hay proyecto, la vida se convierte en muerte y la muerte desaparece.

Óscar Nuño©

No hay comentarios: